Los Díaz Colodrero

Por Juan Carlos Raffo

Especial para El Litoral

La foto de Pedro Alcántara Díaz Colodrero tiene su Fuente en la Sala de las Luchas Civiles “Director Hernán Félix Gómez” del Museo Histórico Provincial “Tte. de Gdor. Manuel Cabral de Melo y Alpoín”. Sería la única imagen que existe de este notable jurisconsulto y constitucionalista correntino.

Una historia familiar en Corrientes, donde la estirpe de los integrantes de esta familia Díaz Colodrero han marcado con su presencia y acción, los rasgos singulares y destacados que pasaron haciendo historia por nuestra geografía provincial y en el contexto nacional. 

Con ese apellido llega a Asunción primero y luego a Corrientes en la mitad del siglo XVIII el caballero hidalgo andaluz don Felipe Díaz Colodrero. Con el grado de capitán llega don Felipe hacia 1770, originario de la Villa de Cabra, reino de Granada. De inmediato se incorpora a la alta clase dirigente correntina. Este español contrajo matrimonio en la catedral de Corrientes con doña María Antonia Fernández y Chávez el 30 de enero de 1780; ella desciende de conquistadores y está vinculada a las prestigiosas familias de la colonia. 

Se radican al frente de un gran negocio en San Roque. Tuvieron varios hijos que se han destacado a lo largo de la historia correntina y nacional. Asimismo la rama familiar se amplía en sobrinos, nietos y descendientes muy conocidos y otros no tanto. 

Pedro Alcántara Díaz Colodrero nació el 19 de octubre 1787, uno de los más brillantes hombres público que diera Corrientes. Según estima el historiador Bonastre, nació en la ciudad de Corrientes en esta fecha. Cursó estudios en Asunción del Paraguay y se radicó en San Roque, donde sus padres ejercían el comercio. En tiempos del gobierno de Juan José Fernández Blanco fue designado juez de pobres y menores y en 1824 fue electo por San Roque al Congreso Provincial (actual Legislatura).

El 1º de abril de 1824 fue elegido diputado por Corrientes al Congreso Nacional Constituyente que sesionaba en Buenos Aires, pero por problemas surgidos entre el gobierno provincial y su hermano Agustín Díaz Colodrero, quien al frente del regimiento de dragones produjo una sublevación, debió suspender su designación y retirarse momentáneamente de la vida política. Durante cuatro años se dedicó a las tareas rurales en el campo Rincón de Ponce.

Al asumir en 1828 Pedro Dionisio Cabral el gobierno de Corrientes, lo nombra alcalde de Primera Instancia en la Villa de San Roque. Siendo ya Pedro Ferré gobernador por segunda vez lo nombro Ministro secretario en los ramos de Hacienda y Guerra. El 1º de abril de 1831, le tocó intervenir en los problemas relacionados con el Pacto Federal. 

En 1832, Pedro Alcántara fue designado juez de Primera Instancia y a partir del 1º de febrero de 1833, ejerció la Fiscalía General, representando, a fines de ese año, nuevamente a San Roque en la Legislatura provincial.

En 1836 fue electo nuevamente diputado provincial y otro tanto en 1838, integrando la Legislatura que consagró gobernador a Berón de Astrada, tras la muerte de Rafael Atienza.

El 7 de abril de 1838 el gobernador Berón de Astrada lo nombró ministro general y después de la derrota de Pago Largo fue buscado por los vencedores, pero el gobernador puesto por Pascual Echagüe, coronel José Antonio Romero, sabiendo su escondrijo, no adoptó medidas que condujeran a su captura.

Cuando Ferré volvió al gobierno de Corrientes y fundó en 1841 la Universidad de San Juan Bautista, nombró a Pedro Alcántara Díaz Colodrero en las funciones de rector carcelario, cargo que tuvo que resignar al mes de su nombramiento.

Vivió los avatares de la política provincial, ligada a la nacional, y fue perseguido por el gobierno de Pedro Dionisio Cabral, volviendo al Congreso provincial con la victoria de Joaquín Madariaga en 1843. En el choque entre el general José María Paz y el gobernador Madariaga, que culminó con el alejamiento del primero, Díaz Colodrero estuvo de parte del cordobés y con los otros miembros del Congreso que se opusieron al gobernador fueron desterrados al Paraguay, aunque el 9 de julio de 1846 fueron amnistiados y pudieron regresar.

Durante el gobierno de Benjamin Virasoro se dedicó a las tareas rurales y a tramitar algunos juicios en los tribunales de la capital. Pero luego de la caída de Rosas fue elegido convencional constituyente de la provincia de Corrientes, junto a Luciano Torrent y ambos viajaron a Santa Fe tomando activa participación en sus deliberaciones. Formaron parte de la Comisión de Negocios Constitucionales, encargada de redactar el proyecto de Constitución y presidiendo interinamente el Congreso, en las sesiones del 23 y 24 de febrero. 

Enfermo pidió licencia, pero no viajó a Corrientes para no dejar sin quorum las sesiones, hasta que, finalmente, el 24 de febrero de 1854, se retiró a Corrientes con el propósito de restaurar su salud. Fue recibido con reconocimientos y honores en su provincia y el gobernador Juan Pujol lo designó, el 28 de abril de 1854, juez residenciador de la Provincia.

Posteriormente declinó ocupar una banca en el Senado de la Nación y fue nombrado el 4 de diciembre de 1854 fiscal de Estado. El 15 de marzo de 1855 el gobierno de la Confederación honró su prestigio intelectual y moral otorgándole el título de abogado nacional. El decreto llevaba la firma del presidente Justo José de Urquiza y del ministro, su amigo, Juan María Gutiérrez. Falleció el 1º de marzo de 1859.

Felipe Díaz Colodrero nació el 26 de octubre de 1780 en la ciudad de Corrientes. En 1798 Felipe fue enviado al real Colegio de Asunción, donde estudió hasta 1806, año en que pasó a Buenos Aires para ordenarse como sacerdote el 10 de octubre de 1809, doctorándose luego en Teología.

Cuando regresó a Corrientes se radicó en San Roque, consagrándose en su parroquia al ejercicio de su apostolado. Vivió al margen de la política y dedicado plenamente a su ministerio. Continuó enriqueciendo su sabiduría leyendo los “Ejercicios de San Ignacio de Loyola”, “Teología Moral” de Geneto, “Cartas” de Santa Teresa de Jesús y “Recopilación de las Leyes de Indias”.

 Falleció el 27 de julio de 1835 y todas sus obras pasaron a jerarquizar la ya nutrida biblioteca de su hermano Pedro Alcántara.

Agustín Díaz Colodrero nació en la ciudad de Corrientes en el año 1790, hijo de Felipe Díaz Colodrero y de María Antonia Fernández Chávez. A los 20 años inició su carrera militar acompañando a Manuel Belgrano en su campaña al Paraguay, participando en las acciones de Paraguarí y Tacuarí y luego junto a Genaro Perugorría estuvieron en el sitio de Montevideo en 1814 y también tomó parte del segundo sitio y de la batalla del Cerrito. Más tarde se incorporó al Ejército del Norte, en 1816.

El 19 de octubre de 1819 contrajo enlace matrimonial en Córdoba con María Carmen Caballero y Arellano. Fue jefe de las milicias de la provincia y uno de los guerreros mejor conceptuados por su rectitud e ilustración. Acompañando al general José María Paz, cae herido por hombres de Facundo Quiroga mientras defendía la plaza de Córdoba, donde es alcanzado por una bala en oportunidad que recorría las trincheras a caballo, falleciendo a los tres días, el 23 de junio de 1829, sin poder ver al año siguiente, como cae derrotado en el mismo lugar el Tigre de los Llanos.

Pedro Díaz Colodrero nació en Corrientes en el año 1869 y comenzó su participación en la vida política correntina en su juventud dentro de las filas del Partido Autonomista. Fue diputado y senador provincial siendo muy joven, luego camarista y presidente del Superior Tribunal de Justicia.

En 1921 fue consagrado electo vicegobernador secundando en la fórmula al liberal José Robert, integrando el binomio por el Pacto. 

Ocupó interinamente el Poder Ejecutivo provincial en su carácter de titular de la Legislatura, cuando en el año 1932 se demoró el Colegio Electoral en resolver la cuestión institucional, culminando finalmente el trámite con la consagración del radical antipersonalista Pedro Numa Soto como gobernador y Pedro Resoagli como vicegobernador. 

En marzo de 1941 ocupó una banca en el Senado de la Nación, siendo su compañero de bancada su correligionario Francisco M. Álvarez y murió en el transcurso de una de sus sesiones el 4 de abril de 1942.

Diego Nicolás Díaz Colodrero nació el 16 de septiembre de 1914 en Goya, cursó sus estudios primarios en su pueblo y el secundario en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe, recibiéndose de abogado en La Plata. Fue diputado constituyente provincial en la reforma de 1960 y diputado nacional electo en 1962, sin poder asumir por haberse anulado las elecciones. 

La mayor consagración de este luchador liberal a quien lo apodaron “Niki”, que se casó con Marta Balestra, fue cuando integrando la fórmula del pacto fue electo gobernador en 1963, acompañado del autonomista Salvador Di Tomaso como vicegobernador. 

La muerte lo sorprendió en plena actividad política el 23 de abril de 1982, cuando ejercía la vicepresidencia del Partido Liberal, cuya titularidad la ocupaba el doctor Ernesto Meabe. 

Leonor Díaz Colodrero, nacida en Goya, hija del gobernador electo en 1963, desarrolló una intensa carrera en el campo de la educación. Contrajo matrimonio con el abogado Francisco Martínez Soler, siendo en 1983 presidenta del Consejo Provincial de Educación y posteriormente designada ministra de Educación. 

Luis María “Pipí” Díaz Colodrero nació el 12 de marzo de 1939 en Buenos Aires, accidentalmente, por esas cosas de asegurar un parto feliz su señora madre María Judith Loza. Su padre fue Luis María Eusebio Díaz Colodrero. Sus estudios primario y secundario los hizo en Goya, donde trabajó de joven en el campo de su familia y en dos empresas privadas, una dedicada a la ganadería y otra actividad cumplió en una casa consignataria de ganado. 

A los 15 años se afilió al Partido Liberal y la ciudad de Corrientes pisa con un pañuelo celeste al cuello, debutando en las lides políticas como secretario de Turismo en 1983 y tras ejercer dos años de diputado provincial, hace una escala larga que inicia tras la renuncia del doctor Lázaro Chiappe reemplazándolo como senador provincial. En el año 1997 fue electo diputado nacional cumpliendo cuatro años de mandato hasta el 2001.

Siempre actuó con firmeza ideológica y una prudente, cordial a la vez que rígida manera de hacer política, que lo llevó a ser considerado por correligionarios y adversarios. El Congreso de la Nación lo contó como diputado nacional, destacándose como un ferviente defensor del federalismo y es recordado su paso por discursos memorables.

Se jubila a los 64 años y nueve meses en el IPS de Corrientes. De ahí en más se radica con su esposa en Colonia Carolina, donde desarrolló diversas actividades privadas. 

En esta apretada síntesis descriptiva de realidades y méritos que transcribe en parte también Juan Cruz Jaime, está inserto el pasado luminoso que ha recorrido la familia Díaz Colodrero durante 200 años, conservando las características fundamentales que han abonado su nobleza y su amor a la patria, desde su origen hasta nuestros días.