Comenzó la semana de la ciencia: un espacio para despertar vocaciones científicas

La Semana Argentina de la Ciencia y la Tecnología es un encuentro anual entre la comunidad científica y la ciudadanía para la popularización de la ciencia, la tecnología y la innovación promovido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. Comenzó ayer en Corrientes y se extenderá durante octubre en sedes universitarias y colegios secundarios.

Desde hace algunos años, el INTA se sumó a la propuesta con una agenda federal orientada a infancias y juventudes, lo que permitirá mostrar la potencia del federalismo de la institución. En cada lugar, se tomará y pondrá en valor lo particular de su región y su idiosincrasia. La Semana Argentina de la Ciencia y la Tecnología se realizará del 26 de septiembre al 19 de octubre en 17 provincias.

Andrea Maggio, integrante de la plataforma de Género e Infancia y Adolescencia del INTA, señaló que esta iniciativa cuenta con el apoyo de las autoridades nacionales y tiene el objetivo de “promover que más unidades del instituto abran sus puertas a escuelas, universidades y familias vecinas para difundir el resultado de las investigaciones y el trabajo que se realiza con los sectores productivos regionales en todo el país”.

“En el INTA acostumbramos a recibir a estudiantes, como también organizar actividades orientadas a productores y productoras y otros eventos masivos abiertos para la afluencia de público en general”, indicó Maggio, y destacó que “generar una Agenda Federal en el marco de la Semana de la Ciencia nos convoca a acciones simultáneas orientadas a infancias y juventudes, lo que permitirá mostrar la potencia del federalismo del INTA”.

En cuanto a la posibilidad de sumarse a la Semana de la Ciencia, Maggio expresó que “interactuar con las nuevas generaciones en un lenguaje apropiado, con actividades lúdicas, recreativas, interactivas con la participación directa de las y los investigadores y extensionistas tiene el interés de despertar vocaciones científicas a partir de la curiosidad y la creatividad; intercambiar conocimientos reconociendo que las y los niños y adolescentes traen saberes consigo; aportar materiales a docentes y otros adultos para que profundicen en su trabajo cotidiano”.

En este sentido, Maggio destacó: “Al mismo tiempo, sucederá algo maravilloso: las infancias y juventudes que viven en las ciudades tendrán contacto con experiencias vividas en la naturaleza y en la producción de alimentos. Les permitirá tomar conciencia de la importancia de cuidar los recursos naturales como el suelo, el agua, el aire, las plantas y los animales, conocerán sobre cómo se produce lo que compran para alimentarse y muchas cosas más”.

Por su parte, Daniela Bustos, coordinadora de la plataforma de género e infancias y adolescencias del INTA, puso el foco en la relevancia de contar con redes en todas las regiones, que generan vínculos con otras instituciones de los territorios orientadas a la educación y atención de las infancias y adolescencias. “Estas redes permiten dinamizar este tipo de encuentros donde escuchar y aprender de las nuevas generaciones y demostrarles que estamos trabajando para brindarles un presente y futuro con buena calidad de vida”, expresó.