“La Constitución y el Código Civil no deben mirar hacia lados distintos”

Un derecho ajustado a una sociedad con cambios complejos en su estructura es lo que impulsa la reforma y consiguiente unificación del Código Civil y Comercial argentino. En Corrientes distintas voces convergen en este cambio.

Invitada por la Maestría de Derecho de Familia de la Facultad de Derecho de la Unne y por la Comisión de Estudios Procesales, la jurista Aída Kemelmajer de Carlucci disertó en el salón auditorio del Hospital Escuela sobre los lineamientos generales del Derecho de Familia en el proyecto de Código Civil.

“La línea conductora de esta reforma es la visión del Derecho de Familia desde la perspectiva de un derecho que está en el Pacto de San José de Costa Rica, que es el derecho a la vida familiar”, dijo a El Litoral la especialista, quien integra la comisión redactora convocada por el Gobierno nacional para la modificación del Código Civil y Comercial, junto a los jueces de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco.

“Todas las reformas se realizan en función de este derecho humano a la vida familiar”, indicó Kemelmajer. “Para esta reforma hemos tenido en cuenta la interpretación que de este derecho hacen las Cortes Internacionales, que se basan en los derechos humanos”, añadió y mencionó la Corte Europea y la Corte Interamericana de  Derechos Humanos.

Así, la reforma hará foco en distintos puntos con impacto profundo en la vida cotidiana de los argentinos, tal es el caso de la eliminación de los causales de divorcio, los tipos de filiaciones como la subrogación de vientres, la fertilización asistida y flexibilización en el régimen de adopciones. También se reconocerán las uniones convivenciales, comúnmente conocidas como concubinato.

“La Corte europea ha interpretado que la fertilización asistida, que es una nueva clase de filiación, no puede quedar sujeta a criterios que resulten discriminatorios”, ejemplificó la letrada. “La reforma es un proceso de constitucionalización del derecho privado. La Constitución y el Código Civil deben tener la misma dirección. No mirar hacia lados distintos”, sostuvo la especialista. Es decir, “que el derecho de familia se ajuste a la Constitución”.

Un ejemplo de ello es la eliminación de los causales de divorcio. “El sistema de establecer causas viola el derecho constitucional a la vida privada, porque el cónyuge debe dar razones sobre su vida privada ante un juez”, explicó la experta en diálogo con este diario.

No obstante, el nuevo sistema, que está siendo debatido por la comisión bicameral del Congreso de la Nación, “acompaña al principio de derecho a la vida íntima”. El cónyuge puede pedir el divorcio sin alegar motivos, sin que un juez establezca culpas. “Pero debe ejercer su derecho con responsabilidad, con solidaridad”. Por eso, al solicitar el divorcio debe presentar un proyecto donde especifique la división de bienes, el régimen de alimento para los chicos. “El derecho da más libertad pero una libertad con responsabilidad”, explicó Kemelmajer de Carlucci.

“El sistema anterior planteaba mirar hacia atrás, buscando las causas de divorcio para presentarlas al juez. Con este sistema miramos hacia adelante”, indicó la jurista.

“La doctora Kemelmajer nos va a proponer un desafío en una sociedad más compleja”, adelantó la decana de la Facultad de Derecho de la Unne, Verónica Torres de Breard, durante la apertura de la conferencia.

“Este es el momento justo para hablar de la reforma”, expresó la referente de la Comisión de Estudios Procesales, Silvia Esperanza. Por su parte, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Carlos Rubín, expresó que “este es un Código que hace tiempo pide a gritos su modificación. Pareciera que los argentinos no estamos capacitados para modificar nuestros Códigos. La presencia de la doctora Kemelmajer de Carlucci nos dice lo contrario”.