Estados Unidos: se lanzó al mercado un sensor que monitoriza las contracciones durante el embarazo

El momento del nacimiento de un niño, a menos que se programe una cesárea o un parto, es un misterio. Por muchas cuentas que se hagan, es imposible prever con total seguridad cuando se iniciará el trabajo de parto. Por eso, sobre todo al final del tercer trimestre, son frecuentes las falsas alarmas, los nervios y las dudas. 

Cuando se habla de embarazos de riesgo, de antecedentes de partos prematuros o cualquier tipo de problema que pueda desencadenar un nacimiento pretérmino, esos nervios y dudas pueden multiplicarse.

Consciente de ello, la compañía Bloomlife lleva nueve meses probando con cientos de mujeres en cuatro distintos estudios clínicos un dispositivo que se adhiere al vientre de la mujer durante el tercer trimestre, y registra las señales eléctricas que produce el musculo uterino, después envía esos datos a una app disponible tanto para Android como para iOs.  

Cuestión de información

Los datos registrados muestran toda la información sobre las contracciones, intensidad, duración, tiempo entre contracciones... para que las mujeres puedan entender cómo sus cuerpos se están preparando para el parto y que puede resultar de utilidad para los profesionales de la salud que supervisan su embarazo.

Profesionales que, en algunos casos, están alertando de que un exceso de información también puede ser perjudicial.

De momento el servicio de Bloomlife está disponible en Estados Unidos desde la web de la empresa. Cuesta 150 dólares al mes, menos si se emplea por más tiempo, y comenzará a entregarse la última semana de enero.

El CEO y cofundador de Bloomlife, que obtuvo 4 millones de inversión durante 2015, Eric Dy, asegura que con los datos pretende construir "el conjunto de datos más grande y comprensible sobre los parámetros de la salud materno-fetal para identificar biomarcadores de cara a las complicaciones en el parto", recordando que "pese a que una de cada ocho mujeres tiene partos prematuros, aún entendemos pobremente los detonantes".

Dy defiende que el sistema que han ideado es una innovación médica que mejora notablemente el actual sistema de monitorización, que emplea ultrasonidos y requiere que las mujeres permanezcan en cama durante periodos de tiempo que, con frecuencia, no son representativos.