Catástrofe económica

La situación crítica que atraviesa gran parte del sector agropecuario, a raíz de las inundaciones en campos, es más que preocupante. La urgencia de los productores, que ven cómo muere la hacienda bajo el agua, con alrededor de 2 millones de hectáreas bajo el agua, encuentran al sector ganadero como uno de los más comprometidos, y pérdidas que se estiman en más de $900 millones, entre mortandad y vacas que no se van a preñar.

Son once los departamentos del Norte de la provincia que podrían ser incluidos en la emergencia agropecuaria, cuya declaración se aguarda para esta semana. Sin embargo, en los últimos días se sumaron otras regiones del Centro y Sur de Corrientes, que están recibiendo un gran caudal de agua que baja por los distintos ríos y arroyos.

“La situación es desesperante; y más allá de la descripción que hicieron las autoridades del Ministerio de Producción, nosotros estamos en la zona y tenemos contacto con los productores; sabemos que esto no es una crisis sino una catástrofe”, sostuvo Francisco Velar, dirigente de la Sociedad Rural de Corrientes y coordinador de la asamblea de productores de Caá Catí, conformada a raíz de esta situación.

En este sentido, Velar consideró que “la situación es tan delicada que no se puede perder ni un día. Y es probable que si no actuamos con la debida celeridad, lleguemos tarde, y cuando atendamos al productor, sobre todo a los más vulnerables, ya no sea más productor porque perdió todas sus vacas”.

Como uno de los damnificados por la situación, Velar sostuvo: “No podemos contar con palabras lo difícil del momento que vivimos. Yo tengo la suerte de administrar una empresa familiar que puede arreglarse sola, y a pesar del golpe económico que vamos a sufrir, no vamos a desaparecer; pero nosotros representamos a productores que no están en condiciones de soportar este evento. Si no nos sentamos las autoridades, los particulares, las autoridades intermedias, el productor va a perder todo su patrimonio”.

En este sentido, Velar comentó que desde las entidades productivas estiman que en la próxima vacunación antiaftosa, en el mes de octubre, “en estos 11 departamentos nos vamos a encontrar con un 30% o 50% menos de ganado. Y ese es el problema: acá hay gente que va a perder todo su patrimonio”. Y consideró que de esa pérdida, el 60% va a ser por mortandad.

Velar comentó también que en esta situación de crisis encuentran un problema a la hora de buscar alternativas. “Estamos viendo que los productores afectados no utilizan los remates de pequeños productores organizados por el Gobierno, donde además de tener muchas ventajas en costos, se están viendo buenos precios; uno ve la hacienda en la ruta y piensa ‘por qué no sacan por lo menos a los terneros grandes para aliviar a la madre. Porque no se puede dar de comer para toda la cantidad de animales durante tanto tiempo. Hay que vender por lo menos los terneros, y hay buenos precios en este programa de remates que ofrece el Gobierno”.

Más allá de esto, Velar comentó que “el productor tiene una cuestión cultural que no quiere desprenderse de lo que considera todo su patrimonio. Algunos incluso conocen al ternero, a su madre y a su abuela. Hay un afecto importante con lo que se tiene”.

Por esta situación, propuso trabajar para “ofrecerle al productor otros canales, otras formas, para que él resguarde su dinero, y después pueda volver a comprar hacienda. Y en eso la Rural de Corrientes quiere hacer un planteo”.

Por último, consideró que “es un trabajo de docencia. Tenemos que trabajar con el Plan Ganadero del Ministerio de Producción, el Inta, las Sociedades Rurales, hacer reuniones, asambleas, informar a los productores. Acompañar a la gente que está sufriendo”.