Ribereños se mantienen en alerta por las lluvias y la creciente del río Paraná

La caída de más de 140 milímetros de lluvia y la creciente del río Paraná, que registró ayer una altura de 5,61 metros, perjudica gravemente a los barrios situados en la ribera. Por lo tanto, la zona del Caridi y La Tosquera reclaman asistencia, dado que la situación actual tendería a complicarse aún más en los días siguientes, de acuerdo con el pronóstico del tiempo y la tendencia de un aumento de poco más de 20 centímetros por día del caudal.

La creciente del río Paraná como la de su caudal es, sin dudas, una amenaza constante para los vecinos de los barrios ribereños y la caída de más de 130 milímetros de lluvia en pocas horas como sucedió ayer, agravó la problemática con la cual deben luchar a diario. 

Promediando la siesta, el Litoral visitó la zona del Caridi y pudo observar que las casillas estaban rodeadas de lodo. En este contexto, Karina, habitante de la barriada, contó que “nuestra situación se mantiene, con estas lluvias grandes el agua entra en todas las casillas y es un peligro porque cuando después se escurre, esta todo húmedo y aparecen muchos bichos”.

“Además, ahora el río está creciendo de nuevo y el agua ya llegó detrás del muro ubicado al costado de las casas y falta poco para que nos llegue”, agregó.

En cuanto a las viviendas que les prometieron tras las últimas inundaciones que se dieron en el 2016, comentó que “no tenemos novedades, dijeron que nos reubicarían, pero seguimos acá. En las últimas elecciones, también, dijeron lo mismo, pero nada, ya estamos acostumbrados”.

Cabe señalar que en la zona viven unas 20 familias, y con algunos nacimientos que se dieron en los últimos meses, los niños del barrio serían casi 30 en total.

En tanto, Elsa, vecina del barrio La Tosquera, en diálogo con El Litoral, también compartió su preocupación por su barriada y manifestó que “estas lluvias complican mucho las cosas, porque el agua entra en las casas, y cuesta que se escurra. Nosotros pocas veces hemos recibido asistencia, ni agua potable tenemos”.

En cuanto a la situación de la creciente del río, indicó que “el agua se está viniendo, hasta el momento en mi caso particular, todavía no me afecta ya que el agua escurre por el zanjón de Santa Catalina. Pero en otras zonas el agua está llegando a las casas y ya sabemos todo lo que implica eso, porque siempre lo vivimos y seguimos así”.

Se debe señalar que Caridi y La Tosquera son sólo dos de los más de 10 barrios que se formaron en torno al río Paraná, que siempre sufren por los embates del agua.

Crecida del Paraná

Hay que tener presente que el nivel de alerta en cuanto a la creciente del Paraná es de 6,50 metros y el de evacuación es de 7. Además, cabe recordar, en este contexto, que en el 2016 el pico máximo de creciente del río fue de 7,42 metros en el mes de enero y provocó la evacuación de un centenar de familias. 

Los niveles máximos del Paraná se sitúan en los 7,20 metros, siendo casos excepcionales en 1983 y 1998, cuando el canal fluvial sobrepasó los 8 metros. En la semana, el caudal del Paraná pasó de 5,22 a 5,43 y ayer presentó una altura de 5,61 metros.

Mientras que de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, las lluvias y tormentas continuarían toda la semana con temperaturas que oscilarían entre 25° y 37°.