Dolor popular en las exequias de Cocomarola

Estamos seguros que en el camino al cementerio, más de uno tarareó íntimamente los compases que le venían a la memoria, los mismos compases que más de una vez, acompañaron la soledad de muchos correntinos. No pudo ser igual, sin embargo, la despedida en la necrópolis.

Luego de una larga lista de oradores, los músicos presentes iniciaron el coro a capella, y otra vez con "Kilómetro 11''. Pero esta vez la voz se les quebró en la garganta; no pudieron terminar el canto, ellos que tantas veces emocionaron a sus auditorios ahora fueron presos de la emoción y la emoción los traicionó. Tal vez sin habérselo propuesto, ese era el símil exacto: su canción quebrada en los labios cuando su vida también se había quebrado. Su vida y su canción interrumpidas. Milagro de las circunstancias, pero bello milagro de coincidencia.

LOS ORADORES

Inició la lista de oradores el señor Edelmiro Ratier, quien habló en nombre de sus amigos del club Mandiyú. Lo hizo luego el señor Avelino Flores en representación de los folkloristas.

Usó después de la palabra el señor Alfredo Almeida, integrante del conjunto del desaparecido músico. Habló después en nombre de la juventud folklórica el señor Juan Carlos Maciel.

Enseguida usó de la palabra el señor Valentín Sánchez Negrete en nombre de sus amigos de San Luis del Palmar y en nombre de sus amigos de esta capital lo hizo el señor Luciano Antonio Aromí. En nombre del Gabinete de la Lengua Guaraní de la UNNE, habló el profesor José Miguel Irigoyen, quien lo hizo en guaraní, traduciendo posteriormente su discurso.

Habló a continuación el escribano Alejandrino Maidana en representación del Movimiento de Unidad y Renovación del Partido Autonomista. Emocionadas e improvisadas palabras pronunció el señor Simón de Jesús Palacios, integrante del Dúo Verón - Palacios, en nombre de sus discípulos, para cerrar la lista de oradores, también en forma improvisada el señor Catalino Domínguez Guerra, quien lo hizo en nombre del sello Philips Phonograph y de SADAIC.

Discurso de Irigoyen

Vengo aqui esta mañana en representación del Gabinete de la Lengua Guaraní de nuestra Universidad para decir a ustedes, y para decir también con ustedes que Cocomarola no ha muerto-

No ha muerto porque no mueren aquellos que se inspiran en nuestra y cantan en nuestra tierra. No ha muerto como no mueren aquellos que engendran nuestra música aquellos que representan nuestros semejantes.

Desde hoy en adelante, el nombre de Tránsito surgirá de repente junto a nosotros; se cruzará en nuestro camino; brillará en el firmamento y apaciblemente entrará también en nuestro recuerdo. Con tristeza dejamos esta mañana sus restos aquí, pero no obstante eso llevaremos su nombre en nuestro corazón. Me imagino ya ver en esos atardeceres, cuando regresen sobre sus caballos a sus casas los peones, oirlos silbar "Kilómetro 11"; me imagino también a esas mozas floridas que supieron bailar al compás de su música, entornar en algún momento sus bellos ojos recordando "Puente Pexoa" y me imagino, por fin, a esos mozos de nuestras bailantas, rodear de nuevo la cintura de sus damas paro volver a bailar y zapatear al compás de sus canciones.

De esa manera sus conciudadanos honrará su querido y recordado nombre.

Discurso de Alejandrino Maidana

Traigo la representación del Movimiento "Unidad y Renovación" del Partido Autonomista, al cual pertenecía desde sus años mozos don Tránsito Cocomarola, cuando o se era autonomista o no se abrazaba ninguna causa política, cuando se amaba la tradición de nuestros mayores, cuando las fuerzas telúricas imantaban los corazones, y arraigaban definitivamente el fervor partidista, dando eclosión de elocuencia al poeta y persuadido al humilde para seguir soportando las visicitudes de la vida, más allá de las conveniencias personales, alimentando solamente et ideal de redención social, entonces una panacea, hoy una hermosa realidad.

En otra parte de su oración, el escribano Maidana manifestó: "Él, que ejecutaba El Colorado con fe y convicción a veces era expresión musical y otra símbolo de rebeldía, por que cada correntino tiene la fiereza de un león y otra el candor de una paloma... El fervor musical que lo alentaba, venía del meollo del corazón, era como un desgranar de penas, era como un triste soliloquio, era como mil fogones encendidos, donde se alumbraba la tradición y salían como chispas de sus leños las notas musicales de sus canciones, que tenían el rumor cantarillo de las gotas al despeñarse y el fascinante embrujo de hacernos rebeldes frente a las injusticias".

Por último expresó que "el Partido Autonomista y Boca Juniors han perdido a un hombre ejemplar, porque el maestro Cocomarola estaba con los movimientos masivos, porque son bastiones donde se alientan el sueño de los humildes. Y don Tránsito era uno más de esa legión, aunque fuera la expresión más alta del chamamé".