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Puños del recuerdo

Por El Litoral

Miércoles, 21 de octubre de 2009 a las 21:00
En el 2004, pocos días antes de morir, Román recibió un merecido homenaje por su trayectoria. Por suerte fue en vida.
Una mirada retrospectiva a los más grandes acontecimientos pugilísticos de la historia.

Eduardo Román, el alma mater.

Sin duda la etapa de expansión y afianzamiento del boxeo en Corrientes Capital, club Córdoba mediante como el templo de la disciplina, tuvo una figura emblemática, ya desaparecida, como lo fue el promotor y manager Eduardo Román, que en más de una ocasión debió hacer peripecias para la concreción de un festival boxístico. A veces son cosas que no trascienden, el público paga su entrada y mira el espectáculo, y critica, pero no se imagina lo que hay en la trastienda de una velada boxística.
Desde la contratación de quienes tienen que traer y armar las sillas, traer y colocar el ring, armarlo y controlar que esté bien, boleteros, armadores de ring,encargados de distribuir al público, electricistas, alquiler y control de gente encargada del sonido, en fin, una serie de elementos que a veces se complican. Buscar sponsors, gente que apoye y trabaje. Y si a eso le sumamos el pago de estadía (hotel) cuando vienen boxeadores de otro lado, árbitros, jurados, miembros de la comisión de boxeo, tendremos un panorama que puede ser difícil de realizar si no se encara bien.
Más de una vez algún boxeador se bajaba a último momento y había que reemplazarlo, para no suspender el festival, hacer llamadas telefónicas urgentes, pasajes y estadía para los púgiles, había que estar en todo.
Todo esto lo hacía con pasión Eduardo Román, y aunque muchos lo criticaban en su momento, era el único que hacía algo, que cada vez costaba más. Después de su muerte, lo dijimos oportunamente, también murió el boxeo en Corrientes y ahora su hijo, “Pamperito”, se debate estoicamente para realizar uno o dos festivales por año y que el boxeo no desaparezca de nuestro medio.

La última nota.

Quien esto escribe, tuvo la oportunidad de realizarle una extensa nota a Román, pocos días antes de su muerte, y como si presagiara algo, contó toda su vida, desde sus inicios en el boxeo. Por su valor histórico, creemos que es importante recordarla.
“Ya de muy chico sentía vocación por este deporte -explicaba Román- cuando tenía 10 años quise ser boxeador y a los 13 me calcé los guantes. Para mí el boxeo era todo, en el año 48 estaba en la primaria, en el Colegio Don Bosco, los salesianos y empecé a practicar boxeo a escondidas de mis padres. Papá era de la Armada y estaba siempre en Buenos Aires, mi madre no quería problemas, ella solo quería que estudie. Tuve problemas con los curas porque peleaba los viernes, y tenía que escaparme, a veces los miércoles.
Llegué a hacer 18 peleas en el club Sportivo, y un gran amigo era “Laucha” Cabral, que siempre me acompañaba, otro era el futbolista Marcelo Meza. Yo debuté como boxeador amateur a los 13 años, en esa época las peleas se hacían al aire libre, yo entraba colado por un muro que daba a la calle Tucumán y miraba de lejos las peleas. Mis ídolos de esa época eran Hugo Benitez, José Alí, Roberto Benitez, Mario Verón, Cirilo López, Héctor Martínez y otros que no recuerdo. Sí me acuerdo de mi primer profesor de boxeo, que fue Fortunato Roffé, y después me pasé a las filas de Silverio Pérez, un porteño que había venido de Buenos Aires contratado por el gobernador, general Filomeno Velazco, enseñaba boxeo con resultados muy positivos, sabía mucho. Sacó varios campeones en aquella época en que había grandes valores. Yo entrenaba con ellos, tenía como 46 peleas a los 16 años. Cuando cumplí 21, casi llegaba a las 100. Despúes me hice profesional y entre mis rivales, recuerdo siempre a Aldo Gamboa, el primer campeón argentino que dio Corrientes, tenemos la misma edad, siempre fuimos grandes amigos. Me acuerdo que con él peleé dos veces, acá en el Salón Monumental donde perdí por puntos y despues en el club AGDA, en Goya, donde empatamos.”
“Me acuerdo de algunos rivales -prosiguió- como “Macaco” Benitez, Antonio Sassone, “Cocoliche” Blanco, Pepe Carrizo, Mario Verón, Juan Sena, Martiniano Acosta, Carlos Cristaldo, Pedro Galarza y muchos más. Mi última pelea como profesional la hice en el club El Tala, con Julio César Cubillas, me acuerdo bien porque en el 2º round me derribó y me sacó 3 dientes. Me levanté, me contaron 8 y me salvé, después me recuperé y lo tiré 6 veces. Finalmente, le gané por K.O. en el 6º round. Esa fue mi última pelea, después sufrí un accidente y me rompí las piernas y los pies, me tuvieron que reconstruír prácticamente todo, me atendió muy bien el Dr. Maróttoli, pero no pude volver a pelear, ya casi no podía caminar el ring, no era lo mismo. Después de eso hice una pelea académica, de exhibición, nada menos que con el “Mono” Gatica, creo que fue allá por el 58 en el Monumental. Era un personaje, cuando subió al ring, todo de colorado, me miró fijo y me dijo: “Te mato”. Tenía muchos dichos, era un excéntrico, pero un buen tipo. Esa noche el público lo ovacionó. (Próxima nota: segunda parte del reportaje a Román).


POR FRANCISCO VILLAGRAN

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