Para la producción de las primeras alpargatas invirtieron un capital de 5.000 dólares. A los pocos meses, tuvieron su primer cliente de Sudáfrica que vio fotos del original calzado en el sitio Alibaba y viajó a la Argentina. Pidieron una oficina prestada para atender al potencial comprador y cerraron un contrato de 12.000 pares.
Meses más tarde, consiguieron un financiamiento de US$ 50 mil. "No creían en el proyecto pero sí en nosotros", puntualiza Murray, que a su vez señala que èse fue su primer aprendizaje como emprendedor. "La idea es llevar un producto argentino a todo el mundo y convertirlo en un icono de life style y tendencia", explicó el responsable del desarrollo del mercado argentino e internacional de Paez.
Hoy cuentan con una fábrica en Buenos Aires- con capacidad para fabricar 150.000 pares anuales- y otra en China, donde producen la misma cantidad. El objetivo es llegar al medio millón de alpargatas en 2013, gracias al empuje de la producción desde el país asiático.
Hace dos años, el 50% de la producción iba a destinado al exterior. Por la situación económica argentina, cuenta Murray, los envíos al exterior se redujeron a un 15% este año lo que los obligó a comenzar a fabricar en China para el mercado internacional y a través de su planta en Argentina para el público local. De la fábrica asiática saldrán otros 150.000 pares de alpargatas en 2012, y para el año próximo proyectan fabricar un total de medio millón de pares.
A través de una cadena de partners emprendedores lograron posicionar la marca en 25 países alrededor del mundo. Además, cuentan con locales en Argentina, Uruguay, Colombia, Panamá y Portugal.
La figura de emprendeodres ya parece lejana para las alpargatas Paez, pues cerrarán 2012 con una facturación total de US$ 3,5 millones. ¿Los próximos desafíos? Consolidar sus sistema de franquicias, llegar a España y México y abrir una oficina comercial en Brasil para afianzar desde allí la marca en la región.