Anoche desfilaron por el escenario Osvaldo Sosa Cordero numerosas bandas de la región, además de la participación de dos internacionales. El cierre fue con las populares Illya Kuryaki & the Valderramas y Tan Biónica.
El evento arrancó más tarde de lo programado, ya que las intensas lluvias de la mañana impidieron que varias pruebas de sonido se realizaran. Los chaqueños de Otra Vuelta salieron a escena cerca de las 19, cuando debían comenzar a tocar a las 17.
Este retraso terminó siendo beneficioso para las bandas locales, ya que permitió que más público se acercara al Anfiteatro Cocomarola. Luego llegó el turno de Vestida de Novia, que deleitó al público con su pop rock que por momentos se torna poderoso y cultivó muchos aplausos y varios nuevos seguidores.
Yucca llegó desde Formosa para sorprender con su metal en clave femenina. Las 4 chicas con sonidos poderosos cautivaron a los presentes.
Los brasileros de Trem Imperial se convirtieron en los primeros originarios de ese país en tocar en el Taragüí Rock con un show prolijo, seguidos de los formoseños de Funkosa, que por momentos hicieron bailar a la gente.
Párrafo aparte merece la actuación de los paraguayos de Villagrán Bolaños, que salieron a escena como unos desconocidos para terminar su show como la revelación de esta última noche del Taragüí Rock.
Guauchos en tanto tuvo una actuación más que consagratoria sobre el Sosa Cordero, donde mostraron todo su poder y desenfreno. Tuvieron a Hilda Lizarazu como invitada de lujo, con quien cantaron algunas canciones.
Ya cerca de la medianoche salió a tocar la dupla conformada por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur acompañados por una gran banda. Para esa hora en el Cocomarola ya se sentía calor pese a las bajas temperaturas reales.
En poco más de una hora de recital desplegaron su arsenal de sonidos que generaron numerosas sensaciones al público, llegando a picos de intensidad con temas como "Chaco" o moviendo a todos con canciones como "Yacaré" o "Coolo" y también algunos dejaron caer algunas lágrimas con "Águila amarilla", un tema dedicado a Luis Alberto Spinetta, el papá de Dante.
El cierre fue a todo coro por parte del público, que gritaron cada verso de "Abarajame", un verdadero clásico del rock argentino que lleva 20 años forzando cuerdas vocales.
El cierre fue con Tan Biónica, que tocando por más de hora y media hizo delirar a todo su "Piberío Biónico", conformado principalmente por adolescentes y jóvenes. Repasaron todos sus temas más conocidos transformando al Cocomarola en un boliche por momentos.
La puesta en escena fue llamativa desde el primer momento con un gran sonido, una banda ajustada y prolija, sumados a propuestas multimedia y un diálogo constante de Chano, el cantante, con su gente.
Si bien no todos los que se quedaron hasta el final eran fanáticos de la banda, hubo muchos sorprendidos por el show desplegado.
Se terminó otra edición del Taragüí Rock y abre la puerta a nuevos desafíos, a los cuales la organización deberá enfrentarse para superar lo logrado en estos años.
El evento arrancó más tarde de lo programado, ya que las intensas lluvias de la mañana impidieron que varias pruebas de sonido se realizaran. Los chaqueños de Otra Vuelta salieron a escena cerca de las 19, cuando debían comenzar a tocar a las 17.
Este retraso terminó siendo beneficioso para las bandas locales, ya que permitió que más público se acercara al Anfiteatro Cocomarola. Luego llegó el turno de Vestida de Novia, que deleitó al público con su pop rock que por momentos se torna poderoso y cultivó muchos aplausos y varios nuevos seguidores.
Yucca llegó desde Formosa para sorprender con su metal en clave femenina. Las 4 chicas con sonidos poderosos cautivaron a los presentes.
Los brasileros de Trem Imperial se convirtieron en los primeros originarios de ese país en tocar en el Taragüí Rock con un show prolijo, seguidos de los formoseños de Funkosa, que por momentos hicieron bailar a la gente.
Párrafo aparte merece la actuación de los paraguayos de Villagrán Bolaños, que salieron a escena como unos desconocidos para terminar su show como la revelación de esta última noche del Taragüí Rock.
Guauchos en tanto tuvo una actuación más que consagratoria sobre el Sosa Cordero, donde mostraron todo su poder y desenfreno. Tuvieron a Hilda Lizarazu como invitada de lujo, con quien cantaron algunas canciones.
Ya cerca de la medianoche salió a tocar la dupla conformada por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur acompañados por una gran banda. Para esa hora en el Cocomarola ya se sentía calor pese a las bajas temperaturas reales.
En poco más de una hora de recital desplegaron su arsenal de sonidos que generaron numerosas sensaciones al público, llegando a picos de intensidad con temas como "Chaco" o moviendo a todos con canciones como "Yacaré" o "Coolo" y también algunos dejaron caer algunas lágrimas con "Águila amarilla", un tema dedicado a Luis Alberto Spinetta, el papá de Dante.
El cierre fue a todo coro por parte del público, que gritaron cada verso de "Abarajame", un verdadero clásico del rock argentino que lleva 20 años forzando cuerdas vocales.
El cierre fue con Tan Biónica, que tocando por más de hora y media hizo delirar a todo su "Piberío Biónico", conformado principalmente por adolescentes y jóvenes. Repasaron todos sus temas más conocidos transformando al Cocomarola en un boliche por momentos.
La puesta en escena fue llamativa desde el primer momento con un gran sonido, una banda ajustada y prolija, sumados a propuestas multimedia y un diálogo constante de Chano, el cantante, con su gente.
Si bien no todos los que se quedaron hasta el final eran fanáticos de la banda, hubo muchos sorprendidos por el show desplegado.
Se terminó otra edición del Taragüí Rock y abre la puerta a nuevos desafíos, a los cuales la organización deberá enfrentarse para superar lo logrado en estos años.
