Con una grilla 100% correntina, se cumplió la segunda velada de la Peña de Los Alonsitos

En un predio menos poblado que el del viernes pero igualmente muy concurrido, y sin la presencia de los anfitriones (que debieron viajar a Río Negro) se cumplió el sábado la segunda velada de la sexta peña de Los Alonsitos. Mario Bofill y Amandayé fueron los platos fuertes de la noche donde además se lucieron las “Guainas” Lorena Larrea Catterino y Belén Majul que enamoraron con sus voces. También se destacó Sebastián Ibarra con una propuesta musical diferente. Alborada como siempre dio un show de primer nivel y desde el centro de la provincia llegaron Los Mercedeños. La grilla fue extensa y se extendió hasta altas horas de la madrugada.

Con un público mucho menos efusivo que el del viernes y una grilla artística bien correntina se realizó el sábado en el complejo Ribera la segunda noche de la Peña de Los Alonsitos. 

Los pequeños y talentosos Luciano y Julieta Obregón estuvieron entre los primeros en subir al escenario al igual que Martín Farías y Los Mercedeños.

Raúl Alonso y su conjunto integrado mayoritariamente por mujeres fue uno de los primeros números fuertes de la noche. El artista se llevó los aplausos del auditorio que pasadas las 23 seguía poco efusivo pero que se encendió con el ingreso a escena de Lorena Larrea Catterino y Belén Majul presentando en sociedad a “Guaynas”, el grupo recientemente conformado por las reconocidas solistas. Además de ofrecer exquisitas versiones de reconocidos chamamés, las chicas propusieron canciones que nada tienen que ver con el género.

Luego fue el turno de Alborada, el grupo conformado por Pablo Bentos (Acordeón), Rafael Flores (Guitarra y Voz) y Ricky Garrido (Voz y Guitarra) que desde hace unos tres años trae frescura al género y el sábado renovó ese compromiso.

Cerca de las 2 Amandayé subió al escenario peñero. El grupo, con formación renovada hace más de un año volvió a arrancar aplausos y sapucay con sus clásicos y la pasión que los caracteriza. Hubo tiempo para bromas, emoción y disfrute.

La sorpresa de la noche fue Sebastián Ibarra que acompañado por Verónica Vasco y una banda de primer nivel presentó un repertorio totalmente innovador en el ámbito peñero. Con letras propias y un estilo muy personal el artista logró conquistar al público en su mayoría chamamecero. 

Cuando el reloj superaba la 3 llegó la apuesta fuerte de la noche, Marito Bofill que con su tradicional show de cuentos y canciones terminó de encender al público que a esa hora no paraba de bailar y lanzar sapucays. Mario volvió a invitar a su hijo Chingoli al escenario y éste lo acompañó como lo viene haciendo desde hace algunos años. Pero Chingoli no fue el único invitado ya que Mario llamó al escenario a Santiaguito y el niño deslumbró a todos por su manejo del escenario y su voz. 

La noche cerró con la actuación del conjunto Pago Porá, otra de las revelaciones de la nueva generación de chamameceros de la región.

El dato

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