En el sector Oncológico del Pediátrico, las tardes se nutren de juegos y sonrisas

Todas las tardes, el sector de Oncología del Hospital Pediátrico se ilumina con las sonrisas de los niños que comparten su tiempo con un grupo de voluntarios que organiza juegos y diversas actividades de contención.  

El equipo encargado de esta labor se llama “Cuenta Conmigo”. Está compuesto por voluntarios de la Iglesia Jesús Nazareno que desde hace seis años acercan una serie de actividades lúdicas a los niños que se encuentran internados en el sector de Oncología del Hospital “Juan Pablo II”.

Como misioneros de la espiritualidad Ignaciana, en ocasiones, suman el condimento del apoyo emocional y espiritual, a través de la oración. 

Liz Barreto y Lujan Arévalo comentaron las actividades a El Litoral, como miembros coordinadoras de un grupo compuesto por más de 50 voluntarios. A la hora de buscar palabras para describir lo que hacen, puntualizan que es un acto de amor recíproco que les cambió la vida. “Se cree erróneamente que uno es quien va a ayudar, pero ellos son los que nos enseñan a mirar la vida de otra forma”, afirmó Lujan.

Inicios

Liz narró con satisfacción que la organización dada a llamar “Cuenta Conmigo” nació “hace seis años en la Iglesia Jesús Nazareno, por iniciativa del padre Claudio Gelmi que reunió a un grupo de chicos a quienes se les planteó la idea de realizar un servicio de apostolado acompañando a los niños con cáncer. Desde entonces, gracias a la apertura del Hospital Pediátrico, luego de una intensiva preparación, comenzamos a realizar las actividades todos los días con un grupo compuesto por unas 50 personas, pero que va rotando”.

Una vez dentro del hospital, la labor diaria "consiste básicamente en alegrar la jornada. 

A veces llevamos globos, los invitamos a realizar dibujos, rompecabezas, manualidades y si se presta la ocasión alguno se disfraza. Siempre percibimos primero cómo está el nene, si tiene ganas de jugar jugamos, si no hacemos alguna actividad dentro de las posibilidades anímicas de los chicos”, expresó Lujan. 

Según indicaron, de esta forma buscan transmitir “el amor de Dios, siempre siguiendo la espiritualidad ignaciana que habla de acción y oración. Pero hay que destacar que lo hacemos de un modo abierto, es decir no buscando llevar religión sino más bien respetando cada credo, oramos por ellos y si se da la ocasión rezamos juntos”, indicaron.

Nueva vida

“Cuenta Conmigo” trabaja a partir del apoyo mutuo y la solidaridad recíproca parece estar presente en todos los órdenes: entre los miembros de la Iglesia Jesús Nazareno que colaboran (materialmente o poniendo el cuerpo para la labor); los referentes del Hospital Pediátrico que abren las puertas con apoyo logístico; y desde los niños con sus familias con quienes entablan una cálida relación fraternal.

“No nos alcanzan las palabras para agradecer a la comunidad parroquial que nos brindan todo su apoyo. Lo mismo al hospital, la amabilidad de las enfermeras y médicos que nos  abren las puertas”, resaltó Liz. Cuando llega el turno de hablar de los niños con los que tratan día a día, su voz se llena de emoción y comenta: “No consigo entender mi vida sin ellos. A mí me cambiaron la vida, todos sabemos que el cáncer es una enfermedad difícil, pero la fortaleza que tienen ellos te hace aprender que lo realmente importante es disfrutar del amor que podemos darnos”. A lo que Lujan agregó: “Lo más fuerte es saber que todas las tardes nos esperan ansiosos para reír junto a vos”.

Semillas

El equipo original surgió en Corrientes, pero con el correr de los años la semilla solidaria llegó a Chaco y Santa Fe. “Lo que comenzó acá llegó primero a Santa Fe y ahora, hace muy poco, a Resistencia por un grupo de voluntarios que se fue a vivir allá”, comentó Liz. Para obtener más información sobre las actividades que se realizan se pueden contactar al Facebook: Cuenta Conmigo Voluntariado.