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/Ellitoral.com.ar/ Salud Ambiente

“Con los avances tecnológicos dejamos de confiar en la intuición en la crianza de un hijo”

FOTO ILUSTRATIVA

Por Roxana Feldman (@roxifeld)

“La llegada de un hijo a la pareja es un momento trágico y hermoso a la vez”, describe Mauricio Strugo, un terapeuta chaqueño que hace 7 años trabaja con la temática del postparto brindando talleres a padres y dictando clases en espacios vinculados a la mater-paternidad. Desde la feria de maternaje Te'yi gestionan su llegada a la región para realizar estas actividades con papás de Chaco y Corrientes. En este marco y en diálogo con ellitoral.com.ar, puntualiza en ciertos puntos nodales de la cuestión.  

Su libro ¿Padres o pareja? es una suerte de guía de reflexiones y consejos para parejas que estén atravesando “la tormenta de la llegada de un hijo” y responde al fin último de que los padres puedan “integrar” ambas funciones, sin relegar una o potenciar demasiado otra.

“Por un lado es hermoso que llegue un hijo a nuestras vidas y que se cumpla el milagro de ser papás y mostrar la potencia de la pareja al concebir una vida y por otro es trágico porque desacomoda la estructura de la pareja y el pasaje hacia convertirnos en una familia”, sintetiza Strugo.

En esta línea, nombra a este momento como una auténtica e inevitable ‘crisis’, pero que también puede significar una “gran oportunidad de cambio” si se sabe sobrellevar. En este sentido reconoce que “cuando una pareja tiene buenos cimientos, el pronóstico es mucho mejor”, pero todo dependerá del trabajo en equipo para “acomodar el sistema entre la pareja y la familia”.

Es “indudable” que, en un principio, la pareja se desgasta, pero si ambos pueden lograr un equilibrio entre sus roles podrán trabajar también para volver a “recuperar el vínculo”, sin que esto signifique quiebres o situaciones problemáticas, explica el especialista.

La tecnología ¿enemiga? en cuestiones de crianza 

En cuestiones de maternidad y paternidad se da un fenómeno que podría denominarse como de ‘sobreadjetivación’, una necesidad imperiosa de aclarar y poner en palabras hechos y procesos naturales propios del ser humano. Hablar de parto “humanizado”, o “respetado”, por nombrar solo algunos ejemplos, deja en evidencia un suceso inevitable de ser tenido en cuenta en el análisis: la mediación de la tecnología.

“Pareciera que cada vez nos alejamos más de lo obvio, dejamos de confiar en la intuición y en nuestras capacidades más simples para afrontar cosas obvias como criar un hijo o parir”, manifiesta. La llegada de artefactos que intervienen en estos procesos, “acelerándolos” o “haciéndolos más fáciles”, impactan en la calidez de los vínculos, tanto entre padres e hijos pero también entre médicos especializados en obstetricia y pacientes, reflexiona el terapeuta. “Lo que perdemos es el contacto humano que es lo mejor que podemos darle a nuestros hijos”.

El nuevo rol de los padres

Como estudioso del tema y también padre, Mauricio se interesa por generar espacios propicios para que hombres puedan hablar de distintos temas de crianza. Justifica esta inquietud debido a que sostiene que hoy su rol en la crianza es “totalmente diferente” al que tenía antes.

Esta distinción, entiende, se debe a una razón principal: los hombres ahora están dispuestos a generar un “equipo” con sus parejas en relación a la crianza, son conscientes que, en esta circunstancia, no todo recae sobre la madre. “Nos encontramos en la realidad con hombres que quieren participar mucho más y no ser sólo secretarios de la crianza”, dice al respecto.

Aunque admite que esta nueva visión se está expandiendo, reconoce que aún hay muchos que no están totalmente predispuestos a asumir esta tarea, y lo mismo sucede con algunas mujeres que consideran que la crianza es un tema exclusivo de madres.

Su cambio, remarca, no depende únicamente de hombres y mujeres, sino que se logra a partir de una construcción social que ya no vea en padres y madres actores totalmente diferentes, sino como un equipo en el que ambos aportan lo mejor para sus hijos.

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