Plazas Cabral y Vera, los dos espacios verdes de la peatonal que requieren varios arreglos

La peatonal Junín es el epicentro de la actividad comercial en la ciudad y también escenario de recreación para muchas familias, parejas o grupos de amigos, más aún en esta época cuando las fiestas de fin de año están cerca. La arteria cuenta con dos polos de espacio verde, estratégicamente ubicados para actuar como punto de descanso para muchos de los que caminan por esa zona del centro.

La plaza Vera y la Cabral presentan algunas diferencias entre sí, aunque también hay varias cuestiones  en común como la falta de arreglo y cierto desorden con los estacionamientos de motos sobre la calle lateral del espacio verde. Como primer punto sobresaliente en este sentido aparecen las fuentes de agua, ya que ambas estructuras construidas están fuera de funcionamiento desde hace tiempo.

En el caso de la plaza Cabral, se recuerda la puesta en funcionamiento de la fuente de aguas danzantes, que resultó un atractivo inédito para un espacio público capitalino, inaugurada a comienzos de 2013, en el marco de las modificaciones realizadas por la Comuna allí. A un año de su instalación ya había presentado problemas, fue reparada, pero volvió a funcionar poco tiempo y actualmente se encuentra fuera de servicio. 

En tanto, alrededor de la fuente hay tres parantes con gavetas para los parlantes, ya que contaba también con musicalización. Las torres siguen en pie, pero los equipos de sonido no están.

En plaza Vera, en tanto, hay dos fuentes que actuaban como cascada desde su inauguración en 2004. Desde hace tiempo que el sistema de circulación de agua está sin funcionar y actualmente la estructura se encuentra completamente seca, luego de que durante bastante tiempo haya agua acumulada allí. 

La plaza Cabral presenta la particularidad de que, a pesar de su importante tamaño, cuenta con poca superficie verde, predominando el concreto. En tanto, la Vera es casi un opuesto a esto, aunque cuenta con menos sombra que el espacio ubicado entre San Lorenzo, Yrigoyen, Santa Fe y Junín. 

Por este motivo, en la Cabral se advierten durante la tarde un mayor número de personas sentadas, descansando, haciendo un alto en el recorrido de las compras por el centro o sólo recreándose. Hay allí varios árboles de mucha altura, que brindan una considerable superficie de sombra, que se va desplazando dependiendo de la hora. 

Sin embargo, en plaza Vera, aunque hay disponibilidad de bancos, son pocos los que quedan bajo un árbol, ya que la mayoría son pequeños o palmeras, que dan poca sombra. En esta época de intenso calor, justamente resulta inconveniente y hasta peligroso sentarse al sol, por lo que la Vera deja de cumplir parcialmente con su cometido, al menos durante el día.

Otra cuestión en común de ambos espacios es el desorden que existe en una calle lateral con el estacionamiento de motos. Si bien los lugares cuentan con cuidadores autorizados por el Municipio, muchas veces los espacios se ven saturados por ser, justamente, los dos únicos estacionamientos amplios para motocicletas cerca de la peatonal Junín. Además, son sectores de un amplio caudal de pasajeros que bajan de las unidades allí o esperan los colectivos para trasladarse a los diferentes barrios.

Los baños de las dos plazas se encuentran en relativo buen estado de limpieza, aunque el de plaza Cabral se  observa algo más deteriorado, con falta de puntura y algunas manchas de humedad en la pared. 

Una casilla vidriada abandonada llama la atención sobre Junín, cerca de la esquina de Santa Fe. Allí, la estructura que pertenece al área de Turismo del Municipio se encuentra sin personas a cargo, con afiches proselitistas tirados en el piso, acumulando además hojas secas. por otro lado, operando con normalidad y en buenas condiciones, en el otro extremo de la Cabral está el cajero automático, que concentra por momentos a decenas de personas haciendo fila para poder retirar dinero en efectivo.

La Cabral y la Vera, siendo los únicos espacios verdes sobre la peatonal Junín son muchas veces escenario de actividades sociales, políticas o solidarias. Además, teniendo en cuenta la masiva afluencia de personas que tiene ese sector de la ciudad diariamente, el deterioro de las estructuras se da de manera más acelerada que en otros espacios a los que acude menos cantidad de gente. 

La vida social de los dos lugares es intensa, aunque más en la Cabral, justamente por las mayores comodidades y la disponibilidad de espacios para sentarse a la sombra. Esto hace que se asienten allí vendedores ambulantes, que también forman parte del paisaje urbano capitalino, siendo una opción tenida en cuenta por los transeúntes que circulan por esa zona. 

La cantidad de bancos de material es una de las cuestiones destacables, ya que las dos plazas cuentan con una importante disponibilidad. En tanto, hay importantes superficies en las que debería haber césped pero sólo se advierte tierra, un punto que seguramente le cabe la responsabilidad a los ciudadanos, que no respetan la señalética presente que indica no pisarlo y circular por los senderos.