El Cardiológico inicia un proceso de incorporación de tecnología de punta en Medicina Nuclear

El Instituto de Cardiología de Corrientes continúa con su labor para posicionarse como un centro de salud en la vanguardia tecnológica y proyecta crear un sector de Medicina Nuclear, a partir -tal como lo adelantó hace una semana El Litoral- de una importante inversión junto a la Fundación Cardiológica Correntina (Funcacorr). Se trata de la compra de un equipo de avanzada en la materia, denominado PET-CT y que permite detectar de manera precoz algunas enfermedades que no pueden distinguirse con otros exámenes, en particular en oncología.

Para tener más detalles del proyecto y de la importancia de esta área médica, desde el Cardiológico, cuyo director es el doctor Julio Vallejos, remitieron un informe detallado del jefe de Servicio de Medicina y Cardiología Nuclear del ICC, doctor Gustavo Horacio Ojeda. A continuación, explica textualmente: 

Conceptos generales e historia

La Medicina Nuclear es una subespecialidad del campo de las imágenes médicas que utiliza dosis pequeñas de sustancias  radioactivas para diagnosticar patologías, cuantificar la gravedad, orientar el tratamiento adecuado o incluso tratar distintas enfermedades.

Se utiliza en enfermedades cardíacas, varios tipos de cánceres, patologías gastrointestinales, endocrinas, desórdenes neurológicos, y muchas otras anomalías del organismo. 

Los procedimientos de Medicina Nuclear, al detectar cambios en la actividad metabólica normal de distintos órganos (fisiología), pueden  identificar enfermedades en sus etapas tempranas, como así también las respuestas de los pacientes a los diferentes tratamientos.

El Servicio de Medicina y Cardiología Nuclear del Instituto de Cardiología de Corrientes fue inaugurado en 1991, hace más de 25 años. Con el correr de los años ha ido incorporando las últimas tecnologías y los últimos protocolos de estudios con los que se puede mejorar la performance en la detección temprana y seguimiento de diferentes patologías.

El Servicio inició su actividad mediante equipamiento que permitía la adquisición de imágenes en modo planar, es decir, imágenes bidimensionales. En 1998 se incorporó el primer equipo de la Provincia de Tomografía Computarizada Por Emisión De Fotones, más conocida como Spect por sus siglas en inglés (Single Photom Emission Computer Tomography). Esta metodología permite el análisis de las imágenes nucleares en tres dimensiones espaciales con lo cual proporciona una información mucho más precisa y, por lo tanto, diagnósticos más exactos.

En el año 2013 se incorpora al Instituto de Cardiología de Corrientes el segundo equipo de Spect pero, en esta oportunidad, se adquiere un sistema de doble cabezal lo cual permite la adquisición de imágenes desde dos posiciones simultáneas. Con este avance tecnológico de doble adquisición simultánea se consigue la disminución de los tiempos de toma de imágenes como así también de las dosis de los radiotrazadores que se utilizan.

Actualmente, el Gobierno de la Provincia de Corrientes, el Instituto de Cardiología de Corrientes y la Fundación Cardiológica Correntina se encuentran abocados a la incorporación de las nuevas metodologías de diagnóstico de la especialidad que se utilizan en el mundo.  

¿Hacia dónde vamos?

La tecnología aplicada a la Medicina y la Cardiología Nuclear ha evolucionado en los últimos años en dos aspectos. 

En primer lugar, dentro del propio campo de la Medicina Nuclear, se ha desarrollado la Tomografía por Emisión de Positrones, conocida como PET por sus siglas en inglés (Positron Emission Tomography). 

En segundo lugar se ha desarrollado la denominada Fusión de Imágenes con otros métodos de diagnóstico.

¿En qué consiste un estudio de PET?

El PET es una técnica de diagnóstico no invasiva que se basa en la utilización de moléculas marcadas con isótopos emisores de positrones (anti-partícula del electrón) llamados radiofármacos. Estas moléculas marcadas se incorporan directamente a los procesos biológicos de las células de los diferentes órganos y permiten visualizar y cuantificar in vivo, la actividad metabólica (fisiológica). Estos radiofármacos tienen una vida media variable de acuerdo al tipo pero siempre de corta duración y son administrados a través de una inyección intravenosa. 

Para explicarlo en una forma más simple, los estudios de PET nos permiten determinar cómo están los procesos funcionales de los órganos. Por eso decimos que son imágenes o estudios puramente metabólicos. De acuerdo a lo observado en el metabolismo de las células del órgano estudiado, podemos decir si estamos o no ante una patología grave, si responde o no a un determinado tratamiento y, en muchos casos, puede orientar el tipo de tratamiento más adecuado para un paciente.

Por ejemplo, el radiofármaco más utilizado es la Fluordesoxiglucosa (FDG) que consiste en marcar con Fluor 18 (Emisor de positrones) las moléculas de glucosa (utilizadas en el metabolismo celular). Esto permite evaluar la tasa de consumo de glucosa a nivel celular. En estudios de cardiología se utiliza para detectar áreas del miocardio pasibles de ser rescatadas por procedimientos de revascularización (cirugía de by pass o dilatación de la arteria por cateterismo). En estudios de pacientes oncológicos tiene hoy su máxima utilidad dado que las oncocélulas tienen un alto consumo de glucosa y por tanto se pueden “ver” cúmulos celulares con cáncer a nivel del tumor primitivo o a distancia (Metástasis).

¿En qué consiste una Fusión de Imágenes?

Es la superposición de las imágenes del Spect o del PET con las obtenidas por una Tomografía Computada (TC) de alta tecnología. Estas dos modalidades de diagnóstico, combinan la información estructural o anatómica de la lesión que aporta la TC, con la información metabólica o fisiológica que proporcionan el Spect o el PET.

En resumen, los estudios de Spect/CT y de PET/CT nos permiten adquirir estas imágenes en un sólo procedimiento y, de esa manera, poder disponer de información anatómica y fisiopatológica integrada.

¿Qué se necesita para disponer de esta tecnología?

La incorporación de esta tecnología deberá sumarse a la que ya dispone el Servicio de Medicina y Cardiología Nuclear del Instituto y que continuarán en pleno funcionamiento. Por esta razón, y dado que los requisitos para la instalación del nuevo equipamiento son muy exigentes en cuanto a estructura y funcionalidad, se ha decidido construir un nuevo sector para la reubicación del Servicio y que estará dedicado específicamente a los estudios radioisotópicos.

Mensaje final

Dado que entre los valores defendidos por nuestra Institución la calidez en la atención se ubica  en el mismo plano que la calidad médica y tecnológica, nos parece muy importante informar para tranquilidad de nuestros queridos pacientes a quienes hemos brindado desde el primer día y por más de 25 años, que el Servicio de Medicina y Cardiología Nuclear del Instituto de Cardiología de Corrientes no interrumpirá su actividad asistencial habitual durante este proceso de crecimiento, modernización y avance tecnológico que se ha iniciado. Dr. Gustavo Horacio Ojeda, jefe de Servicio de Medicina y CardiologIa Nuclear del ICC.