“La imagen de la Virgen recorrió 970 parajes de Corrientes”
Se enciende el grabador o cualquier charla y Alfredo Ellero habla con entusiasmo, las palabras le llueven y aunque salen despacio parece no respirar. “He cabalgado más de 35 mil kilómetros por las rutas del país. Esta imagen de la Virgen es la primera que cruzó la Cordillera de los Andes a caballo para llegar al fin del mundo, Ushuaia. Es lo más hermoso que hizo la imagen; es ella la que me lleva a unir seis Basílicas, la de Caá Cupé con Itatí, La Virgen del Milagro de Salta con Itatí, la Basílica de Luján Buenos Aires con Itatí, la Basílica de la Virgen de la Merced en Tucumán con Itatí, la Basílica de la Virgen del Carmen de Puerto Iguazú a caballo con Itatí. También fue la Virgen del Rosario de Buenos Aires con Itatí”, enumera.
Ellero detalla que recorrió los 970 parajes de Corrientes, 75 municipios y 25 departamentos. Los números los tiene de memoria muy detallados y los pone en la mesa a cada instante. “He visitado de punta a punta esta tierra del Taragüí. Yo no pretendo entrar en ningún Libro Guinness de Récord. Muy por el contrario, yo prefiero pasar desapercibido. La figura es nuestra madre Itatí y yo todo lo hago por ella”, subraya.
Sobre su atuendo gauchesco desliza con una sonrisa que está ligado a la tradición. “Llevo mi vestimenta de gaucho aunque no lo soy, porque si me hacés castrar un caballo no sé, si me hacés voltear un toro en el medio del campo no sé, pero sí sé andar a caballo y andar tantas leguas recorriendo cientos de lugares”, señala.
En sus recorridos, Alfredo comprendió que únicamente en lugares humildes le ofrecen hospitalidad: “En los ranchos te atienden bien, te dan de comer y te dan avío para el viaje. Siempre en estos lugares te abren las puertas y tenés donde apoyarte. Los humildes aceptan la visita de la Virgen. Ellos sostienen este peregrinaje de la Virgen de Itatí”.
Además, Alfredo Ellero comentó que después de la Fiesta del Chamamé partirá con la imagen de la Virgen desde la Basílica de Itatí hasta Yapeyú, ahí volverá a recorrer algunos parajes. “A veces la gente se extraña de que un hombre de 73 años ande a caballo recorriendo pueblos, parajes y lugares tan alejados. Todo lo puedo hacer porque llevo la imagen. Ella me lleva a cada lugar”, concluye.
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