Encuentro del Pueblo de Dios apuntó a fortalecer la presencia de los jóvenes

 La gran familia de la iglesia católica de Corrientes participó ayer del XXII Encuentro del Pueblo de Dios, que este año por primera vez se desarrolló en las inmediaciones del Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros. La jornada reunió a centenares de fieles de toda la provincia.

Las actividades comenzaron el domingo con una vigilia de oración coordinada por los jóvenes, en tanto que el evento central tuvo lugar ayer con una ceremonia de apertura brindada por el arzobispo, monseñor Andrés Stanovnik quien remarcó el protagonismo especial de la juventud para aportar riqueza en el camino espiritual. “Les pedimos que nos ayuden a vivir como verdadero pueblo de Dios, que camina dando lugar a todos: niños, jóvenes y adultos”, expresó el obispo a la feligresía a modo de bienvenida.

Luego durante toda la mañana, divididos en diferentes grupos, la comunidad participó de talleres donde se compartieron experiencias, testimonios y diversas reflexiones centradas en fortalecer la presencia de los jóvenes en la Iglesia. De hecho, en el cierre se redactaron algunas propuestas. (Ver recuadro).

Por la tarde, a las 16 se realizó la misa central presidida por monseñor Andrés Stanovnik, quien destacó el rol de la iglesia dentro de la sociedad, e instó a los presentes (con especial énfasis en los jóvenes) a cumplir el lema de la jornada “¡Aquí tu pueblo que quiere hacer tu voluntad!”.

Evento

“El Encuentro del Pueblo de Dios se ha convertido en un valioso patrimonio espiritual de nuestra comunidad diocesana. Se hizo tan nuestro que lo vamos preparando durante todo el año en nuestras comunidades, mientras crecen las expectativas de encontrarnos y celebrar juntos nuestra fe”, manifestó al inicio de su mensaje el obispo. 

Tras recordar el juramento que se realizó el 23 de abril de 1918, cuando el pueblo proclamó a la virgen de Itatí como patrona y protectora de la diócesis, como una suerte de invitación a renovar la fe Stanovnik indicó: “Hoy por la feliz providencia, estamos frente al santuario de la Santísima Cruz de los Milagros, estamos haciendo público nuestro juramento de hacer lo que Dios pide. Aquí tu pueblo que quiere hacer tu voluntad”. En este sentido, puso como ejemplos los testimonios bíblicos de la vida de José y María, que entregaron sus vidas para cumplir lo que Dios mandó. 

“La Madre Santísima nos acompaña y anima, a que no le tengamos miedo a la voluntad de nuestro Padre”, destacó.

Jóvenes

“Para este Encuentro de Dios nos propusimos darle un lugar central a los jóvenes. Brindarles un espacio, para acercarnos, escucharlos y estar decididos a caminar juntos”, manifestó el arzobispo.

De hecho, durante toda la jornada se brindaron talleres especiales, e incluso hubo un micrófono abierto para que los jóvenes acerquen propuestas a la comunidad.

Una vez que se resaltó el papel protagónico de los más chicos, Stanovnik se dirigió a ellos diciéndoles: “Les deseamos que vayan madurando cada vez más, para comprometernos juntos a vivir en serio como cristianos. Sin miedo, ni vergüenza. 

Hoy es muy importante subrayar esto, porque aunque nos traten mal, y nos desprecien, hoy volvemos a ratificar con el lema aquí tu pueblo que quiere hacer tu voluntad”.

Los invitó, además, a integrarse cada vez más en la vida de la iglesia con un llamado especial a quienes se alejaron. “A pesar de las debilidades y las dificultades, por las que atraviesan muchos de sus miembros, la iglesia continúa siendo madre y maestra de todos. Nos hace sentir en su casa. Vale la pena aferrarse al arca de la iglesia que, aún pese a las terribles tempestades del mundo, sigue ofreciendo a todos refugio y hospitalidad”, destacó.

Para cerrar con la idea, monseñor se dirigió al público en general con palabras de aliento. “Vale la pena que nos pongamos en actitud de escucha los unos con los otros. Vale la pena nadar contra la corriente y vincularse con los valores más grandes: la familia, la fidelidad, el amor, la fe, el sacrificio, el servicio y apuntar a la vida eterna. Que la potencia del espíritu de Jesús nos transforme para hacer siempre padre tu voluntad”, sintetizó.