12 de noviembre

Por Juan Carlos Raffo

Corría el año 1864... y el navío paraguayo “Tacuarí” captura al vapor portugués “Marqués de Olinda” que navegaba en costas de Asunción, encendiéndose la mecha de la ya inevitable contienda que será la guerra del Paraguay. Tras incautar el vapor brasileño y tomar prisionero al gobernador de Mato Grosso, los paraguayos expusieron: “Que ellos también lo hacían en defensa de su territorio”. 

El vapor imperial “Marquez de Olinda” navegaba frente a las costas de Asunción cuando fue apresado por el navío “Tacuarí”, de bandera paraguaya. El vapor brasileño transportaba material bélico para consolidar las defensas del Alto Paraguay. 

Ante la queja de Brasil, el Paraguay respondió que lo hacía con el mismo derecho que se arrogaba el Brasil ocupando territorio uruguayo. 

En Montevideo se festejó alborozadamente esta acción del Paraguay, ya que los orientales continuaban soportando la invasión brasileña sobre sus costas. Brasil ofrece una Alianza, y en el mes de diciembre, el enviado portugués Saraiva que no estaba seguro todavía del grado de adhesión de Argentina a su política, le ofreció a Mitre una alianza entre los dos países y el mando supremo en caso de guerra. 

El presidente argentino se mantuvo partidario de la neutralidad, como lo evidenció en sus cartas remitidas a Urquiza en estos meses. No obstante, el presidente paraguayo Francisco Solano López aún abrigaba esperanza de que los federales de Corrientes y Entre Ríos se adhieran a  él y neutralizaran así la decisión de Buenos Aires. 

Llegado el momento de la guerra, López le exigirá a Urquiza una decisión, pero éste estaba decidido de antemano. Niega su participación, desaprueba a Benjamín Virasoro, quien por entonces permanecía radicado en Rosario (Santa Fe), que parecía dispuesto a entrar en el asunto y descubre la intriga remitiendo a Mitre la correspondencia respectiva.