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/Ellitoral.com.ar/ Cultura

Cristina Iglesia presentó en Corrientes “Dobleces”, su último libro de ensayos

La actividad se concretó en la Sala del Sol de la Unne. Fue un conversatorio entre la autora, la profesora Milagros Rojo Guiñazú y el periodista Carlos Lezcano. 

Decir que Esteban Echeverría, el padre de la literatura nacional, fue sólo posible gracias a Juan María Gutiérrez puede considerarse una herejía. ¿Pero fue o no  Gutiérrez el que le dio forma a eso que hoy llamamos la obra fundante de la literatura argentina? ¿Fue o no su editor, su amigo, su mecenas a veces, su creador?

Estas y otras no menos interesantes cuestiones contiene, trata y desmenuza el libro “Dobleces” que Cristina Iglesia presentó el miércoles a la noche en la Sala del Sol de Extensión Universitaria de la Unne.

Recibida por Fernanda Toccalino y presentada por la profesora Milagros Rojo Guiñazú y el periodista Carlos Lezcano, con quienes mantuvo un conversatorio, Cristina Iglesia habló de su último libro de ensayos, “Dobleces”, que con ejemplar destreza -dice Sylvia Molloy- propone un itinerario de lecturas que iluminan textos sobre los que a menudo se piensa que está todo dicho, textos que se han vuelto clásicos -pongamos por caso “El matadero” de Echeverría- y cuya vetusta lectura desempolvamos cuando la necesitamos: textos a los que el hábito niega la oportunidad de ser vistos con ojos nuevos.

La actividad, que se pospuso casi una semana por el paro de Aerolíneas Argentinas del jueves de la semana anterior, fue declarada de interés cultural por la Vicegobernación de la Provincia. Contó con la presencia de familiares, amigos y docentes de las carreras de Letras e Historia de la Universidad del Nordeste.

El conversatorio comenzó con el agradecimiento de la autora a la Universidad, que volvió a prestar su casa para la presentación de un libro suyo (el anterior fue el año pasado, las compilaciones de crónicas de Rodolfo Walsh y Roberto Arlt) y a los organizadores, que apuestan a la cultura, a la presentación de libros, “en momentos duros para hacer actividades de esta naturaleza”, dijo.

Ya sobre la hechura del libro dijo que se trata de una compilación de ensayos suyos que fueron publicados en revistas especializadas de Argentina, Estados Unidos e Italia. “Algunos textos incluso fueron capítulos de otros libros, pero también hay un texto inédito”, aclaró. “Es una selección de ensayos. Ensayos fragmentarios, que es mi forma de ensayar”, agregó.

Después se metió de lleno, llevada por Milagros Rojo y Carlos Lezcano, en la trama de los textos: en la relación que ve entre Victoria Ocampo y Juana Manuela Gorriti: patricias que se separaron de sus familias para desarrollar sus actividades culturales. Escritoras enormes que dieron cuenta de su tiempo, cada una en su medida y de acuerdo a sus posibilidades. Habló de Sarmiento, de Mansilla, de Castañeda, de Hernández, de Echeverría. De la relación entre la política y la literatura de esos y otros autores que, como una entidad bifacética pero a la vez inseparable, perfilaron las letras y la patria desde la Revolución de Mayo en adelante. 

Mencionó luego cómo se fue dando la autonomía entre la política y las letras y otros detalles tan ricos como el que la tiene a ella misma como protagonista. 

Es que Cristina Iglesia, además de ser correntina y haber dado calce en Argentina y en el extranjero a lo largo de muchos años, de haber escrito innumerables ensayos y dos libros de relatos, fue en la Universidad de Buenos Aires, ni más ni menos, sucesora de David Viñas en la cátedra de Literatura Argentina. Pero no sólo eso: también fue la primera mujer en acceder a ese cargo desde que Ricardo Rojas creó la cátedra, dando vida en el mismo acto a la literatura argentina. 

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