El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú informó ayer que el ex presidente Alan García Pérez ha solicitado asilo político a Uruguay.
El ex mandatario peruano ingresó en la noche del sábado a la residencia del embajador uruguayo en Lima para pedir protección, horas después de que un juez impidiera abandonar el país al líder del Partido Aprista por 18 meses para permitir diligencias fiscales en una investigación por colusión, lavado de dinero y tráfico de influencias ligadas a la concesión de la Línea 1 del Metro a la constructora brasileña Odebrecht, que ha obligado a abrir varias causas por corrupción en varios países de América Latina.
García dijo el sábado, después de que se hiciera pública la resolución judicial, que “no es un ningún castigo ni deshonor estar 18 meses en el Perú” y que estaría “a disposición para presentar las contrapruebas”.
La decisión judicial impide al ex presidente regresar a Madrid, ciudad en la que residía desde hace meses.
“Es una triquiñuela para ganar espectacularidad. Necesitan hacer una hoguera y quemar como una vieja bruja a Alan García”, dijo el ex mandatario sobre la orden de arraigo.
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