Remiseros: preocupación por demoras en los viajes y mayor consumo por el uso del aire

La circulación vehicular en el casco céntrico y en varias de las avenidas más importantes pueden generar  habitualmente retrasos y complicaciones y, en el caso de los remiseros, repercutir negativamente en la rentabilidad. Por las dificultades en el tránsito, los trabajadores del volante advierten que se extendieron los tiempos previstos tanto para los viajes cortos como largos. 

En diálogo con El Litoral, el referente de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo comentó al respecto que “el crecimiento del parque automotor va generando problemas y la situación se agravó en los últimos años”. Asimismo, agregó que “un viaje de tarifa mínima dentro del centro puede llevarte media hora, cuando antes era mucho menos”.

Es que, la circulación por algunas arterias como San Juan, Pellegrini o 9 de Julio entre otras, puede resultar realmente problemática, sobre todo en horas pico. En los viajes largos advierten que la diferencia también es notoria. “Entre ida y vuelta antes tardábamos una hora o un poco menos y ahora te demanda una hora y media”, señaló Castillo. 

Además del tránsito, los trabajadores del volante aseguran que también influye la falta de sincronización de algunos semáforos, el mal estado de las calles y la presencia de lomos de burro que consideran mal colocados.

La alternativa para los remiseros ante esta situación que los perjudica es extender el horario laboral. Así, para tratar de compensar un poco el tiempo perdido por las cuestiones viales, muchos optan por quedarse más horas buscando pasajeros en los distintos sectores de la ciudad o esperando en las bases.

Si bien la demanda se mantuvo relativamente estable tras el aumento de la tarifa mínima, la llegada del verano y las altas temperaturas representa otro motivo de alerta para los choferes. “Usar el aire acondicionado del auto hace que el consumo de combustible aumente un 37%”, indicó Juan Castillo; y agregó: “Muchos no usan para poder gastar menos, pero hay horarios en que es imposible no hacerlo, además para brindarle comodidad a los pasajeros”.

A esta situación se suma que durante las vacaciones la demanda suele mermar de manera significativa, teniendo en cuenta que culmina la actividad escolar, hay feria administrativa y además, algunos viajan dejando la ciudad. 

Respecto del consumo de nafta, Castillo señaló que “por día un remisero carga entre 10 y 20 litros, dependiendo del consumo de cada auto”. Esta cantidad representa un gasto fijo diario que puede superar los $800, siendo uno de los costos que deben cubrir para luego poder tener ganancias. 

“Por el momento estamos bien, pero se nota que hay una crisis y la gente piensa dos veces antes de subir a un remís”, finalizó Juan Castillo en diálogo con este matutino.