Carnavales: con el show comenzó la competencia y ya hay favoritos

Verónica Echezárraga

@laveroeche

Alrededor de las 20 del miércoles, el anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola abrió sus puertas y la gente comenzó a ingresar hasta que cerca de la medianoche el lugar estuvo cubierto de fanáticos del carnaval, turistas y curiosos. El show de comparsas cumplió así con su primer objetivo, ser convocante. Un escenario de lujo y un clima inmejorable fueron los ingredientes que completaron el inicio de la competencia del Rey de la Burla, que desde ahora tendrá cuatro semanas para definir quién se quedará con el título 2018. Arandú Beleza, Sapucay, Ara Berá y Copacabana fueron las encargadas de inaugurar la contienda, ¿Cuál de las comparsas ganará? Nadie lo sabe. ¿Quién ya ganó? El carnaval luego de años de discriminación estatal consiguió el lugar que tanto reclamaba, pero esa es otra historia. Lo que sigue es sólo un relato subjetivo (como todo relato), de una noche donde el strass, las piedras, los canutillos, las plumas y lentejuelas brillaron en el tradicional predio chamamecero. 

Excelente despegue 

de SFA

“Excelencia” es hacer lo mejor que se pueda con los recursos y oportunidades que se tienen. “Perfección” es buscar lo inalcanzable. Sapucay el miércoles por la noche en el Cocomarola dio un show de excelencia, un espectáculo que sólo puede ser posible mediante el trabajo en equipo. La comparsa del Gallo hizo brillar a sus comparseros y estos conectaron con el público haciéndolo reír, cantar, imaginar y hasta identificarse con algunos. 

Sapucay tiene verdaderos artistas, lo sabe y los usa. Carlos Lancieri, Victoria March y Alfredo Ojeda son dueños de un talento natural que permitió dar vida a tres adorables personajes. Carlos personificó a “Titina”, una simpática coordinadora de viajes, Victoria “Ana”, fue una joven argentina que vive en Europa y está de novia con “Pierre” que fue interpretado por Alfredo.

Los tres fueron el hilo conductor de una propuesta que incluyó humor, música, baile, amor, desamor y mucho lujo. Para hablar de las fiestas argentinas, Sapucay recurrió primero a la actuación y así contó que Ana extrañaba su país, pero Pierre no la comprendía y por eso decidió poner distancia, tomarse un tiempo y viajar a la Argentina con una amiga. Pierre la despidió y quedó desolado en el aeropuerto, pero después la siguió en secreto. Las dos jóvenes abordan el vuelo 2018 SFA (Sapucay Fiestas Argentinas) de Aerolíneas Sapucay junto a un divertido e inquieto contingente de turistas conducidos por Titina. El grupo recorrió el país aterrizando en los aeropuertos de las ciudades sedes de cada una de las Fiestas populares. 

El viaje que propuso el Gallo fue muy atractivo y sería sumamente extenso nombrar a todos los que se destacaron, no obstante, resulta imposible no hacer referencia a la gran bastonera Ayelén Serrano que este año representó al “Sol argentino” y brilló como un verdadero febo, tanto con el vestuario como con su presencia. Ayelén fue imponente y su personaje otro de los grandes aciertos de la comparsa.

En el bloque de la Fiesta Mundial de Tango Sapucay puso especial interés, es que ahí se medía directamente con su principal competidora Ara Berá y una vez más acertó, tanto en los bailarines como en el papel destacado que dio a Vanesa Fridman una de las grandes figuras del carnaval que en esta oportunidad personificó a la Baronesa del Tango. 

La puesta en escena se completó con una muy buena utilización de la escenografía virtual, lo cual representaba un desafío para todas las comparsas que por primera vez tuvieron a su disposición ese recurso. 

Cambalache sin 

Cambalache 

El Tango obtuvo el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por ser mucho más que un género musical. El tango tiene vida, tiene historia, tiene costumbres y es quizás por todo eso que la Unesco le dio el reconocimiento internacional, pero Ara Berá en su show no logró transmitir sus valores. 

Si bien el espectáculo no estuvo entre lo mejor de la noche, hay que decir que este fue sólo el primero de tres shows, y si hay algo que caracteriza a la comparsa es su no resistencia al cambio. En los últimos años “el Rayo” demostró que cuando algo no resulta atractivo se puede reformular.

Cambalache es el nombre elegido por Ara Berá para representar su tema y el show fue un espectáculo coreográfico musical, basado en la historia del tango. La propuesta incluyó cuatro escenas: la primera a modo de presentación fue la edad de oro; la segunda los orígenes, la tercera fue la vanguardia; y la cuarta el tango como patrimonio universal de la humanidad. Pero paradójicamente aunque Cambalache es el título del tema, el homónimo tango de Enrique Santos Discépolo no figuró en el repertorio y su autor tampoco tuvo representación. No se vio a Carlos Gardel, Mariano Mores o  Astor Piazzola y tampoco a grandes referentes femeninas como Adriana “La Gata” Varela o Tita Merelo.

Podría decirse que los conventillos y burdeles fueron la casa materna del tango y en torno a ellos giran pintorescas historias, algunas ciertas y otras no tanto. Si bien estos sitios estuvieron presentes, casi pasaron desapercibidos y eso se presentó especialmente en un cuadro integrado por quienes ocuparán en el corso uno de los carros principales. El grupo que tenía como figura a María José Maciel realizó una teatralización debajo del escenario, pero pocos fueron los que se percataron de ella. 

El escenario montado para estos shows cuenta con una escalinata de 20 metros, y sin dudas Ara Berá fue la que mejor supo utilizar este recurso. No sucedió lo mismo con la escenografía virtual, ya que se usaron mayormente imágenes estáticas. 

El vestuario de esta comparsa impacta tanto como sus figuras. Algunas de las que se destacaron son la gran bastonera Victoria Argüelles Dijou y Agostina Atrio, también Marina Benítez y una impactante Silvana Minadeo que regresó al carnaval luego de años de ausencia. Pero este no fue el único regreso ya que también se la vio a Belén Zayas y Gabriela López, entre otras. 

Ensueños

El show de Arandú Beleza mostró un notable crecimiento si se lo compara con la última vez que se presentó en el Cocomarola hace dos años. La verde y blanca propuso una historia de Ensueños y, según una definición de la propia comparsa, lo hizo “fiel a su estilo”. Fue la primera en subir al escenario y por eso también fue la primera víctima de las serias fallas en el sonido que continuaron durante toda la noche. 

Arandú sorprendió con un impecable manejo de la escenografía virtual y buenos trajes. Su historia no generó empatía con el público, que en reiteradas oportunidades dio muestras de aburrimiento. Si hay algo que siempre caracteriza a esta comparsa es la espectacularidad de sus mujeres y esta no fue la excepción. 

Mientras el escenario se llenaba de orcos, hadas, sátiros y alimañas aparecían figuras esculturales como la de Rocío Zenon o la inmejorable representación de Meduza realizada por Romina Zenon. También sorprendió Adriana Blanco que hace pocos meses fue mamá y el regreso de Ludmila Ponce de León. Javier Palermo se lució representando a Pegaso.

Hablar de las baterías y bastoneras merece un capítulo aparte, por eso en esta oportunidad no se hará referencia a ello. 

Shows extensos

Los shows tienen la triste etiqueta de “aburridos y extensos” y aunque pongan “toda la carne al asador” no se la podrán sacar mientras cada comparsa tenga 90 minutos para desplegar su espectáculo. Esto hace que permanecer observando hasta el final sea realmente un desafío que este matutino no pudo cumplir y por lo tanto no se pueda hablar del desarrollo del show de Copacabana y “Los viajes de Gulliver”. El relato de su puesta en escena será tarea para la próxima semana.