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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

“Cuando notificamos a los familiares los resultados era como devolverles algo” 

Los dos asistentes sociales locales, que trabajaron con las familias que accedieron a la misión de identificación de cuerpos de soldados que fallecieron en las islas, contaron su experiencia. “Lo más gratificante fue regresar con la confirmación de casos”, resaltaron. La tarea marcó un antes y un después para ellos.  
Informe. Visita de anuncio del resultado del estudio de ADN.

Alejandra Acuña y Fabián Villalba parecen tener grabadas para siempre en la memoria aquellas escenas emotivas de los encuentros con los familiares de caídos en Malvinas que accedieron a la identificación de sus cuerpos enterrados en el cementerio de Darwin. La emoción profunda fue un factor común en cada uno de los casos en que se comunicó la confirmación de los resultados del estudio de ADN practicado para tal misión. “Era como devolverles algo y cerrar su duelo”, sostiene Alejandra y acota: “Vivimos algo muy fuerte y sin dudas es un antes y un después en nuestras profesiones”. 

Para Fabián “lo más complicado fue la incertidumbre que se generaba en el lapso que va entre la toma de muestra y el poder tener finalmente el resultado de los estudios, porque eso ya no dependía de nosotros, sino de que las cancillerías y los gobiernos -tanto argentino como británico- se pusieran de acuerdo sobre esta tarea. No obstante, después de atravesar aquel proceso, lo más gratificante fue regresar con la novedad y la certeza de que el cuerpo hallado era de su hijo o hermano. A 36 años de la guerra tienen un lugar donde homenajearlo y llorar frente a su tumba. Es llenar un vacío y cerrar un proceso de duelo que tanto necesitaban”, resalta. 

Las historias de Alejandra y Fabián se unen en este trabajo especial que les tocó realizar, pero sus experiencias personales con Malvinas fueron muy distintas. Ella tenía un año cuando estalló la guerra, mientras que él cursaba el quinto grado de la primaria y se acuerda de que esa mañana del 2 de abril del 82 estaba desayunando cuando por la radio local anunciaron que se recuperaron las islas. Ambos, años después tomarían contacto con los ex combatientes por su trabajo como asistentes sociales, especialmente en materia de viviendas y registros específicos. 

Aunque nada se compara con lo que vivieron hace poco al informar los resultados a los familiares y confirmar dónde estaban los cuerpos de los soldados caídos en combate. “La reacción de cada familia era bastante similar, pero muy fuerte: primero, un silencio atroz; luego la madre miraba el informe, se quedaba pensativa; después se quebraba en llantos y, finalmente, marcaban el alivio de saber dónde estaban sus cuerpos”, describió Alejandra con un tono emotivo en cada detalle de esa escena descripta. “La mayoría de las madres que conocimos seguía esperando el regreso de sus hijos, porque no sabían a ciencia cierta dónde quedaron. De ahí la importancia de esta tarea humanitaria”, subrayó. 

El proceso 

Los licenciados representaron al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que se sumó al equipo que trabajó en la identificación de cuerpos y la contención de familiares. La tarea se realizó junto con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el equipo de antropología forense y el aporte de un escribano de Nación para certificar todo en el acta correspondiente. En principio, Alejandra fue convocada para desempeñarse inicialmente en el Chaco, en 2012/2013, para luego sumar su labor en Corrientes, y allí fue donde se sumó al grupo Fabián. 

La primera actividad fue entrevistar a los familiares, explicar el proyecto y, de acceder, se tomaban las muestras para los estudios de ADN.  

Después del período de incertidumbre del que hablaba Fabián al principio, sobre si finalmente se autorizaría la excavación y toma de muestras de los cuerpos en Darwin, en julio de 2017 oficializaron la labor con intervención de la Cruz Roja Internacional. Las tareas de los antropólogos forenses se desarrollaban sobre cuatro o cinco tumbas por día, y una vez recolectado un total de 110 casos se conformó un banco genético. Y de esa manera, se confirmó la identidad de 90 cuerpos y su disposición en el cementerio argentino de Malvinas. 

Con los resultados en manos, en diciembre pasado comenzaron a informar a los familiares. Y, como corolario, se concretó el reciente viaje a las islas para estar frente a las tumbas y rendirles un homenaje a los caídos. 

“Fue un enorme trabajo el que se desarrolló durante  estos años. Pero como comentario quiero plantear que estoy decepcionado como correntino porque no hubo apoyo del Gobierno provincial ni de organizaciones de ex combatientes, cosa que fue todo lo contrario en el Chaco”, indicó sobre el final de la charla Fabián. “Queda el compromiso de seguir y ojalá se puedan sumar más casos”, concluyó.

“La reacción de cada familia era similar, pero muy fuerte: primero, un silencio atroz; luego miraban fijo el informe; después se quebraban en llantos y, finalmente, sentían alivio”, contaron.

Gustavo Lescano 

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