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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

“Por mis hijos sigo en esta lucha”, dijo el padre que perdió a su mujer en el Llano

Daniel Molina durmió varios días a la intemperie, por cuidar al bebé que nació en el baño del centro de salud. Su historia conmovió a la sociedad, y esta nota representa un homenaje a los que dignifican el título de “papá”. 
Juntos. Daniel celebra la rápida recuperación de su bebé.

 Tradicionalmente, el tercer domingo de junio es una fecha destinada a honrar la paternidad con encuentros, cartas y regalos. Como sucede en muchas familias, Daniel Molina conmemorará hoy el Día del Padre junto con sus pequeños hijos que lo reconocen como un superhéroe. Es que de hecho, este papá confesó a El Litoral que tuvo que hacerse más fuerte ya que su vida cambió completamente tras la ausencia de su mujer, Ramona Armúa, quien falleció en mayo en la Maternidad del Hospital Llano luego de dar a luz en el baño de dicho centro de salud.

Su experiencia de vida es, en cierta forma, un homenaje dedicado a quienes hoy cumplen con el rol paternal y luchan por dignificar el título de “papá”.  Asimismo, su historia conmovió a la provincia, principalmente porque se encuentra signada por un pedido de justicia ya que junto con su señora y sus otros hijos -oriundos de Ita Ibaté- el mes pasado ingresaron a la maternidad con la ilusión de ser nuevamente padre. Sin embargo, cuando comenzaron los dolores del parto testimoniaron que la mujer no  recibió asistencia médica y, finalmente, falleció tras dar a luz. 

Más allá del trágico suceso, que es investigado por la Justicia, en una entrevista Daniel Molina habló de su familia, de los días sin dormir cuando esperaba que su bebé recién nacido mejore, y ni por un instante se olvidó de mencionar a su esposa.

“Tengo tres hijos: una nena (de una pareja anterior) y dos varones de Ramona. El bebé gracias a Dios se recuperó rápido, ahora pesa 2,250 kilogramos y se encuentra en muy buen estado de salud. Para mí, ser papá es un privilegio, realmente te cambia la vida. Te hace asentar los pies en la tierra”, expresó Daniel con una voz firme que denotaba orgullo. 

Cuando habla de sus hijos, inevitablemente reflotan los recuerdos de su esposa, Ramona. “Tenerla de compañera fue especial. Ella era buena como ninguna, muy humilde, y nunca mezquinó nada, daba todo de sí misma. Cuando nos enteramos de que íbamos a ser padres fue un momento único. Ella añoraba ser mamá. Lamentablemente, pasó lo que todos saben en el Hospital Llano, y hoy me quedé a cargo de las dos personas más lindas que ella me dejó. Son mi luz, por ellos tengo que salir adelante. Por mis hijos sigo firme en esta lucha”, aseguró con emoción.

Cuidado

Luego de que Ramona falleciera en la Maternidad del Llano, en circunstancias que aún se investigan, Daniel quedó al cuidado de sus hijos. El más grande, de apenas un año, estaba al resguardo de sus abuelos, mientras que el más chico permaneció internado por bajo peso hasta el viernes 8 de junio. 

Los primeros días de internación, Daniel dormía afuera de la sala del centro de salud en un colchón prestado, porque no quería despegarse ni por un segundo del más pequeño. En relación con esto, destacó la necesidad de un albergue para las personas que vienen del interior.

Acerca de su experiencia, relató: “Fueron momentos difíciles, pero me quedaba ahí porque no me quería alejar de mi hijo. Tenía bajo peso y eso me daba temor. Al comienzo dormía afuera, después recibí ayuda del hospital, pero pensaba para mis adentros que todos necesitaban esa misma atención no solamente yo que estaba ante una circunstancia grave. Creo que hace falta mayor contención, no hablo sólo por mí, sino por todos los que vienen del interior. Además, después de lo que nos pasó, ellos dieron vuelta la página y siguieron como si nada. Para mí, sin embargo, esta tragedia me acompañará hasta el día en que me muera”.

Felicidad

Consultado por los momentos felices de su paternidad, Daniel, con añoranza, inmortaliza en su mente las escenas compartidas junto a su mujer: los primeros pasos de su primer hijo y las sonrisas cómplices. Asimismo, celebra con alegría la recuperación del bebé. “La mayoría de los momentos felices los pasé con ella, el mejor regalo fue ser padres y además me dio la familia que siempre quise”, exclamó al recordarlos.

Además, destacó el apoyo recibido por su familia, que se turna para cuidar a sus hijos en el tiempo en que él trabaja en la construcción. Sobre este punto, mencionó: “Sus padres (de Ramona) siempre me trataron con cariño, ahora me apoyan en este momento difícil y me ayudan a pelear esta batalla. Siempre están pendientes de nosotros, de que a mis hijos no les falte nada y me da orgullo ser parte de su familia”. 

De hecho, hoy Daniel pese a que prefiere reservarse los festejos, conmemorará este día en familia. “Ahora no voy a celebrar, pero nos reuniremos a compartir el almuerzo seguramente. Sólo espero que algún día tengamos justicia. Estamos en manos de Dios”, sintetizó.

Aunque no lo menciona, se trata de un padre que hoy no pide regalos, y sólo demanda justicia por su mujer.

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