Un gran amigo con quien coincidíamos en todo

Por Adalberto Balduino

Especial para El Litoral

Carlitos era el hombre que a quienes no lo conocían, inspiraba miedo por su forma adusta de ser. Serio. Tremendamente inteligente. Pero, sin embargo, una licencia que nos guardábamos quienes lo tratamos de muy cerca, íntimamente era un soñador; un lírico diría.

Compartíamos en algunas de las visitas que le hacía, hablar del tango, sus implicancias, el dejo, lo sinuoso de su paisaje. El vivió en Buenos Aires, instalándose en la misma Redacción de un matutino recién llegado entonces, el diario Clarín de Noble. Compartió con muchos notorios, amistad, profesión, como Osvaldo Bayer en un te a te, en ese diario incipiente -entonces- pero de gravitación notoria a partir de allí.

Justamente, en la tapa del libro de otro ex periodista de ese Clarín, Daniel Muchnik, una gran foto colma toda la dimensión del mismo titulado “Aquel periodismo”, donde se lo ve muy joven a ese hijo dilecto de Esquina, Carlitos Gelmi.

Lo siento, pero me alegro al haber sido testigo de sus textos, con un amor por la vida y a veces en forma irónica, con un idioma corriente cuando la crítica así lo exigía.

Un gran amigo con quien coincidíamos en todo, y esos apasionados relatos que daban cuenta de su paso por Buenos Aires.

Un abrazo a todos quienes han compartido esa Redacción, escuchando sus observaciones, con ese silencio a veces que tanto lo caracterizaba, pero amando lo que hacía, viviendo en plenitud el respeto y la admiración.

¡Chau, querido Carlitos...!