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/Ellitoral.com.ar/ Actualidad

“El ajuste no lo tienen que pagar los pobres”, pidió ayer la Iglesia

Con la participación de la gobernadora bonaerense y de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, la cúpula de la iglesia católica trazó un duro diagnóstico. La mandataria negó que haya recortes del gasto social. 

Con un guiño al paro que la CGT realizará el lunes, la Iglesia trazó una cruda y preocupante descripción de la realidad nacional, y marcó el desempleo y el crecimiento de la pobreza como principales urgencias.

El presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas), monseñor Jorge Lugones, al abrir la Semana Social, advirtió sobre miles de despidos y suspensiones, empresas y comercios que cierran, parques industriales inactivos o que no abren y niños no escolarizados sin copa de leche.

Sentado junto a la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, el obispo Lugones recordó a los gobernantes que además de estar y hacer "también falta sentir, falta sensibilidad social". "Tenemos en la Argentina un número importante de indigentes, que nos duele", aseguró monseñor Lugones, en la apertura del encuentro, que tuvo una descarnada impronta social, como pocas veces se había visto en las últimas ediciones.

Previamente, como para anticipar que en el encuentro, que dura hasta hoy, se hablará sin eufemismos, el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, había advertido sobre las secuelas del modelo económico y sobre que el ajuste "no lo tienen que pagar los pobres". Y después agregó: "El nivel de inequidad es enorme y se acentúa cada vez más".

Obispo de Lomas de Zamora y considerado una de las voces de la Iglesia más cercanas a Francisco, Lugones reclamó creatividad y participación desde el Estado para atender a los más vulnerables, entre ellos jóvenes y jubilados. "No vivimos con los pibes chorros todos los días. Estos chicos quieren salir adelante, pero lamentablemente no tenemos recursos", afirmó el obispo, al pedir un trabajo mancomunado por la paz social "Y desde la justicia social", añadió.

"El ajuste no lo tienen que pagar los pobres", abrió Ojea, tras plantear que más del 60% de la masa laboral cobra salarios por debajo de los 15.000 pesos. Y se llevó un sonoro y largo aplauso del auditorio.

Vidal, quien junto con Stanley visitó a Francisco hace dos semanas, admitió que le toca estar al frente de una provincia que "todavía duele" y donde "la pobreza clama" y sostuvo que  el recorte “no va a ser en la reducción de la inversión social", aseguró.

El mensaje de los obispos fue contundente y crítico de punta a punta. E incluso Ojea resaltó la inquietud que existe a diario sobre a quién recibe o a quién le envía un rosario el Santo Padre.

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