Comenzaron a aplicar en la Justicia la mediación juvenil a modo de prueba

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) habilitó la utilización del protocolo de Mediación Penal Juvenil aprobado hace dos meses en la provincia, para el tratamiento de dos casos que involucraron a adolescentes. La medida fue solicitada por la jueza de Menores N° 3, Pierina Ramírez, quien destacó que la herramienta permitió solucionar ambos conflictos sin la necesidad de que el acusado tenga un posible procesamiento.

Ayer se cumplieron dos meses desde que el STJ aprobara el proyecto de Mediación Penal Juvenil, una propuesta elaborada desde el año pasado por referentes judiciales, de la salud y de la educación bajo supervisión de Unicef; y que había sido presentada a fines de 2017. Si bien la medida ya contaba con el visto bueno de la Justicia, su implementación aún está en una etapa de prueba, y para ello buscarán crear un comité que se encargue de su efectivización plena.

Mientras tanto, la jueza de Menores N° 3, Pierina Ramírez, solicitó ante el STJ la posibilidad de utilizar el protocolo para dos casos específicos, en los que dos chicos estuvieron involucrados en sendas denuncias por lesiones, una de ellas por accidente de tránsito. La magistrada comentó a El Litoral que no sólo obtuvo el permiso para aplicar la herramienta, sino que la misma permitió resolver ambos conflictos de manera satisfactoria.

“A los que trabajamos desde el principio con este proyecto nos entusiasman mucho los resultados obtenidos, porque no solamente fue beneficioso para los jóvenes denunciados, sino que también los mismos denunciantes pudieron resolver sus  problemas”, manifestó Ramírez; quien subrayó que el hecho de lograr una resolución por medio del diálogo “es un cambio de paradigma”.

En ese sentido, la jueza explicó que en cada caso se toma en cuenta las posiciones de ambas partes, y que esto permite que se puedan encontrar puntos en común para llegar a un acuerdo. De esta manera, se solucionaría el inconveniente del demandante, y se evitaría  el procesamiento a un menor de edad, evitando así su estigmatización.

“Uno de los casos involucraba a dos miembros de un mismo grupo familiar, y con la mediación evitamos un posible proceso, que no lleva a la solución real de un problema; a la vez que aportamos al ordenamiento de esa familia”, indicó la magistrada.

Finalmente, Ramírez reiteró que “somos muy positivos con este primer abordaje que permitió la resolución de conflictos para todos los involucrados”, y adelantó que se está por trabajar con el protocolo en un tercer caso.