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/Ellitoral.com.ar/ Opinión

Celebremos la vida

Por Leticia Oraisón de Turpín

(*) Orientadora Familiar.

La vida siempre es motivo de celebración porque no hay bien superior a ella, porque sin vida nada es posible y alcanzable. Porque la vida es nuestro sustento y nuestro aliento.

Celebremos la vida porque en general todos queremos vivir y nadie desea su propia muerte, lo que genera que la alegría siempre esté enlazada con la vida y con sus consecuencias saludables, gratificantes y prometedoras.

La población argentina en esto fue coherente y aleccionadora sobre el valor de la existencia (vivir) y los valores inmutables que la sustentan, como el respeto a los demás, reconociendo que los otros seres humanos también tienen, igualmente homologado, el derecho a la vida y su desarrollo.

No es justificable nunca, cercenar la razón de ser de los demás para hacer prevalecer la propia, sin ser discriminadores y seleccionadores, con poderes insuflados por voluntarismo negativamente arbitrarios.

Por eso es necesario saber de dónde vienen los ataques a la vida, que se originan en Organismos Multilaterales de Crédito y que sostienen una política de control de la natalidad en países (poco poblados), con grandes recursos naturales no renovables y de poco desarrollo, (respondiendo al Protocolo Kisinger-Mac Namara). Fundaciones como la Ippf (Internacional Planned Parenthood Federation) denunciada por el Congreso de los EE. UU. por tráfico de órganos y tejidos de bebés abortados. Figuran también otras muchas y poderosas fundaciones internacionales como la Rockefeller, la de Bill Gates, la Ford, la ONU, la Organización Mundial de la Salud, Green Peace y que junto con otras grandes fuentes de financiamiento sostienen estas campañas de control poblacional.

Lo denunció el Papa Juan Pablo II el 17 de abril de 1994 cuando dijo que había que “luchar contra un proyecto de las Naciones Unidas que quiere destruir a la familia en la Conferencia Internacional de El Cairo”, convocada para septiembre de ese mismo año.

Ahora vemos qué sucede que personas dignas, honorables y bien intencionadas son captadas y seducidas con slogans de falsa compasión que en realidad promueven la eugenesia (*) social de matar a los niños pobres y/o con problemas, en el seno materno.

Y vemos que, en realidad, fuera de esa intención no hay una propuesta de ayuda a las mujeres marginadas socialmente y en situación de vulnerabilidad, dejándolas abandonadas a su suerte después del aborto, sin solucionarles absolutamente nada.

En cambio las Organizaciones que defienden las dos vidas están preparadas y predispuestas a sostener, contener y ayudar afectiva y psicológicamente a las madres que así lo soliciten:

l Proyecto Esperanza Argentina: Facebook: Proyecto Esperanza Argentina proyectoesperanza.ar@gmail.com

l Grávida: www.gravida.org.ar gravidacentral@gmail.com

l Abrazo del Cielo: Facebook:  El Abrazo del Cielo

info@abrazodelcielo.org

l Defensores de Mamás:  

www.defensoresdemamas.org

l Fundación Conin: www.conin.org.ar  info@conin.org.ar

l La Merced Vida: 

www.lamercedvida.org

info@lamercedvida.org

l Estamos para ayudarte: si tenés dudas escribí a: teayudamos.org@gmail.com

En realidad hay 25 centros constituidos en la Argentina a efectos de proteger, acompañar y capacitar a las embarazadas en dificultad.

Además no queremos dejar de señalar, que existen 17 proyectos presentados a las dos Cámaras Legislativas de la Nación, que buscan proteger a las dos vidas y que en otro artículo desarrollaremos.

La Argentina ya se pronunció, pero aun así deberá seguir atenta porque las Instituciones foráneas de dominación no cesarán en sus intentos y volverán a manifestarse. Por eso nuevamente tendrá que ser el pueblo, esa sociedad profunda, numerosa y callada (casi nunca promocionada mediáticamente) la que deberá volver a defender los valores, las tradiciones y la cultura fundacional que impregna la identidad de nuestra ciudadanía y que es siempre respetuosa de la vida de sus semejantes. Porque contrariamente a lo denunciado por los eugenésicos, no es “la Iglesia” en sus jerarquías, la que se les opone, es la gente, creyente y no creyente, que sostiene el sentido común de defender de la extinción al ser humano, como principal y más importante criatura del Universo. Y se manifestó con multitudinarias marchas en todo el país, las que se negaron a ver los medios de comunicación masivos, no dándole la cobertura que sí se les dio a quienes postulaban la muerte de los más desvalidos. 

No hay que temer el poder económico, porque el dinero no lo puede todo, siempre es más fuerte el amor al prójimo y la alegría de sostener la vida como premisa fundamental. Por eso hay que celebrar la vida que nos genera permanentemente tantas gratificaciones y tanta felicidad.

 

(*) Eugenesia: aplicación de las leyes biológicas hereditarias al perfeccionamiento de la especie humana.

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