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Por José Ceschi

¡Buen día! Viñeta del dibujante Ian. Papá cincuentón con aire feliz. Frente a él un adolescente con un walkman desbordando sus orejas. El chico tiene aire distraído, pero hay una sonrisa leve en sus facciones. ¿Qué le está diciendo su padre? “¿Viste, hijo?... Hablando se entiende la gente...”.

Hay una buena diferencia entre oír y escuchar. Alguna mamá se queja de que a su hijo las recomendaciones le entran por un oído y le salen por el otro. ¿Sabe cuál suele ser mi respuesta? “¡Qué optimista es, señora! ... Ojalá le entrara al menos por un oído!...”. Al respecto quisiera relatar una experiencia personal. Sucedió en Corrientes, hace mucho tiempo, cuando yo era capellán de un colegio de chicas. No recuerdo el nombre de la nena; sí que tenía nueve años y que su mamita ya no sabía qué hacer con ella. ¡Era tan cabezuda!

La señora me la trae a la parroquia de La Merced. La hago pasar afablemente a mi escritorio, mientras la mami se queda fuera, esperando y... rezando. Basta darle un vistazo a la carita de la nena para darse cuenta de que tiene todas las pilas puestas, y algunas más. Me parece estar viéndola todavía sentada frente a mí, con los codos apoyados en la mesa, mirándome fijamente a los ojos. Le hablo sólo un ratito, con amor no exento de ternura. Le digo que yo sé que es una chica buena, de buen corazón, aunque un poco traviesa, y que muchas veces hace sufrir a su mamá con su conducta. Agrego algún pequeño consejo, suponiendo que ella lo aceptaría. Efectivamente, pienso que ella está de acuerdo, porque en dos o tres ocasiones veo que asiente con su cabeza mientras sigue mirándome a los ojos. ¿Quién puede imaginar lo contrario?

Termino con la pregunta fatal: “¿No te parece, mi amor?”. Entonces, por fin, habló: “¡Pero usted no es bizco, como aparece en la tele!”. Sucede que por un fenómeno de refracción de luz, algunos micros que pasaban por TV mostraban mis ojos no perfectamente alineados. La nena aprovechó la ocasión para cerciorarse en vivo. Ahí me di cuenta de lo evidente: lo que no estaba alineado era mi nivel de comunicación con ella...

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