Piden apoyo de la Provincia para normalizar el funcionamiento de la EFA “Esperanza Campesina”

Tutores y docentes de la Escuela de Familia Agrícola “Esperanza Campesina”, que funciona en Pueblo Libertador, expresaron su preocupación por una serie de situaciones que consideran deben ser resueltas y para eso, estiman, que es indispensable la ayuda del Estado provincial. Si bien el caso ya habría sido planteado ante la Dirección de Enseñanza Privada y este organismo habría iniciado un expediente, hacen hincapié en la necesidad de obtener respuestas concretas.

Sobre esto explicaron que, si bien autoridades del citado organismo visitaron varias veces la institución, “la situación empeoró porque no sólo siguen, sino que aumentó el nivel del acoso laboral. Inclusive varios colegas fueron despedidos. Y si bien, después fueron reincorporados gracias a la intervención del Digep que determinó que los despidos fueron realizados en forma incorrecta, se hace muy difícil soportar ciertas cosas, lo cual se agrava por la incertidumbre que te genera la posibilidad de quedarte sin laburo”, explicó uno de los integrantes del personal docente en diálogo con El Litoral. 

En este punto, precisó que los docentes trabajan con un contrato que sólo dura un año. “Así que si reclamás algo o pedís que se realicen las reuniones pedagógicas porque hace 10 años no tenemos una, corremos el riesgo de quedarnos sin trabajo”, comentó el maestro que da clases en la institución educativa a la que asisten alumnos que cursan de primero a séptimo grado. 

El origen de esta compleja situación residiría en que “todas las decisiones son adoptadas por el rector que asumió en ese rol en el 2006. En aquella oportunidad, lo hizo como parte de un proceso de intervención. Pero el objetivo era que con el paso del tiempo se normalizara el funcionamiento y sea una comisión de padres quien estuviera nuevamente a cargo de la institución educativa. Si todo funcionara como corresponde, el rector sería sólo un asesor pedagógico, pero las decisiones la adoptarían los tutores”, consideraron maestros del colegio.

Ayuda y condiciones

En este contexto, indicaron que si bien la EFA sería una institución privada, “está subvencionada por el Estado. Y por lo tanto consideramos que la Provincia puede adoptar medidas concretas para proteger tanto a los docentes como a los alumnos”, señalaron desde la comunidad educativa. En este punto remarcaron que “hay padres que tienen temor de acudir al Digep porque creen que podrían sacarle el aporte económico a la escuela y esto provocaría que se cierre”.

Esta preocupación de los tutores y el temor de los docentes es parte de una compleja situación en la que estarían inmersas al menos medio centenar de niños que estudian bajo el sistema de alternancia: “15 días cursan quienes asisten de primero a tercer grado y los otros 15, los que cursan de cuarto a séptimo”.

Las condiciones en la que estudian tampoco son las óptimas. Las clases se brindan  en un albergue deportivo en Pueblo Libertador, “donde se levantaron paredes, pero como no llega hasta el techo, se escucha todo lo que están haciendo en el otro aula. Y para dormir deben ir a otro edificio que antes era una escuela, pero que se cerró por falta de alumnos. Mientras que para hacer algunas actividades agrícolas, hay que trasladarse unos 20 kilómetros, hasta Colonia Schweizer, el lugar donde estaba antes el colegio”.