México desconocido en cinco lugares mágicos 

Por Rebeca Cabrera

1. San Miguel de Allende, Guanajuato

Catalogada como una de las mejores ciudades para visitar, San Miguel de Allende tiene magia en sus calles empedradas ideales para caminar y admirar las fachadas coloniales de sus casonas. Sus habitantes, una mezcla entre extranjeros y locales recibe a los visitantes con los brazos abiertos para disfrutar de las tradicionales bodas donde una pareja de enamorados camina por la ciudad acompañados de grandes muñecos llamados mojigangas y una estudiantina que armoniza sus pasos.

Los amantes de la cultura podrán disfrutar de legados como un mural inconcluso del pintor mexicano David Alfaro Siqueiros en Bellas Artes. 

San Miguel de Allende es además el destino de foodies por excelencia ya que ha visto nacer a algunos de los mejores chefs de México. Un paseo ideal es recorrer sus calles, sus plazas y su mercado. Sin olvidar la antigua Fábrica La Aurora, hoy convertida en un espacio artístico, así como el Charco del Ingenio, un lugar de paz dicho por el mismísimo Dalai Lama.

2. Islas Marietas, Jalisco

Uno de los secretos mejor guardado de México, las Islas Marietas son "el lugar" para conocer al menos una vez en la vida. No solo por su belleza natural sino por la experiencia que brinda a los viajeros. La travesía empieza desde Puerto Vallarta o Riviera Nayarit, todo dependerá desde donde sale el barco elegido. Luego de un recorrido de aproximadamente 40 minutos el navío se detendrá, para descender en medio del océano pacífico con un visor y unas aletas. Y a nadar. 

Todo el esfuerzo que se pone en nadar contra la corriente se ve recompensado desde el momento en el que se ingresa al agua para observar las maravillas naturales del Océano Pacífico. Hay que abrir bien los ojos pues mientras se está con el esnorquel se puede topar con alguna foca juguetona o con un tiburón "medianamente" inofensivo. El guía lleva a los más aventureros hacia una pequeña caverna y tras cruzarla la luz del día vuelve a brillar en una pequeña y mágica playa conocida como la playa del amor, desde donde uno se puede relajar y desconectarse de la rutina.

Un truco para visitar las Islas Marietas es anticipar el recorrido, ya que al tratarse de un área natural protegida, el número de visitantes por día es reducido. Hay que asegurarse de contar con el certificado de visita y que sea oficial. 

3. Laguna de Chakanbakán, Quintana Roo

Para los amantes del universo que siempre están a la caza de nuevos lugares para la observación de estrellas, el sitio ideal se encuentra justo en el corazón de la selva maya en el estado de Quintana Roo. Se trata de una de las lagunas más impresionantes del país ya que al estar alejada de cualquier contaminación lumínica por las noches la bóveda celeste se verá tan clara como se podría ver desde cualquier planetario. Un dato importante es tener en cuenta que laguna no es de fácil acceso, por lo tanto se debe ir acompañado de un guía especializado. 

4. Barrancas del cobre, Chihuahua

Sin duda, las Barrancas del Cobre es uno de los atractivos turísticos del estado de Chihuahua que todo amante de la naturaleza y deportes extremos debe visitar al menos una vez en la vida. Más grandes que las del Gran Cañón en Arizona, las Barrancas del Cobre en Chihuahua tiene para ofrecer un sinfín de actividades ecoturísticas y de aventura. Se puede acampar, hacer ciclismo de montaña, escalar y hasta lanzarse por una tirolesa de poco más de 400 metros de altura. Para cerrar la aventura se debe recorrer las Barrancas del Cobre que comienzan en Chihuahua y terminan en Los Mochis, atravesando túneles y la grandiosa Sierra Madre.

5. Xilitla, San Luis Potosí

Bien dijo Salvador Dalí que México es un país surrealista, esto se puede comprobar viajando a San Luis Potosí, específicamente a la Huasteca Potosina. En esta región cafetalera se encuentra uno de los jardines más inusuales del país creado no por la naturaleza sino por un inglés llamado Edward James quien diseñó piezas de arte tan surrealistas que crean en Xilitla un paisaje onírico con una magia especial al mezclarse con la vegetación del lugar.

La cita obligada es tomarse una gran selfie en la Escalera al Cielo o El camino de las Siete Serpientes donde cada escultura representa un pecado capital. Después dar una vuelta por la zona y maravillarse con sus atractivos naturales mezclados con estas piezas de arte escultóricas que crearán un mundo de formas caprichosas que dan rienda suelta a la imaginación.

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