“Sí a la vida” y pedido para renovar la historia en el manifiesto juvenil

En esta edición, la Diócesis de Oberá (Misiones) estuvo a cargo de la elaboración y lectura del manifiesto juvenil en el cual expresaron textualmente:

“De la mano de Jesús, como cada septiembre desde hace ya casi cuarenta años, venimos nuevamente a la casa de nuestra Madre.

Porque la sabemos cercana a su pueblo, a los jóvenes, como lo hizo en cada momento de la vida de su Hijo y sus amigos. A lo largo de estos años de caminar juntos hemos descubierto y compartido la diversidad, la riqueza de nuestra región; hemos reunido distintas generaciones, carismas y culturas.

Somos jóvenes conscientes de la realidad que vivimos, por lo cual a su ejemplo y sostenidos por la misma fe, hemos tratado de no darle la espalda. Como María, hemos dado nuestro Sí sin medida, reflexionando, formándonos, celebrando, llenando de todas estas cosas nuestro corazón, lo que nos lleva a salir en busca de nuestros hermanos, y nos hace aún más conscientes de lo que nos toca vivir. Y acá estamos porque nos sentimos protegidos y esperanzados al lado de Nuestra Madre.

Venimos caminando, con la Esperanza puesta en nuestro creador, inspirados en el ejemplo de María, sabiendo de muchos jóvenes como nosotros, que están angustiados, desconsolados; sufriendo la cultura de la muerte, que cada vez está más presente, en nuestras colonias, barrios y ciudades. Sin embargo, como sus hijos, mantenemos siempre en alto la defensa de la vida, decimos Sí a la Vida. Queremos ser Jóvenes más comprometidos con nuestros hermanos, por eso te pedimos, Madre, nos acompañes…

Tomando las palabras de San Francisco, un Joven Santo: 

Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.

Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.

Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.

Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.

Que allá donde hay duda, yo ponga la fe.

Seguimos caminando y juntos pedimos: Padre del cielo, bendice nuestra patria, danos la valentía de ser tus hijos, como jóvenes queremos renovar la historia, nuestra historia.

Y con la fuerza de tu Santo Espíritu decir cada día ‘Como María, hacemos tu voluntad’”.