Los pastos altos en las veredas, además de mostrar un grado de abandono barrial, es signo de necesario mantenimiento para un mejor escurrir del agua de lluvia, en una conjunción de desidia que luego se paga muy caro en las emergencias hídrica. No es sólo una cuestión de estética, sino de limpieza de cualquier cosa que pueda obstruir el drenaje. Las autoridades también deberían poner reparos en estas cuestiones.
Foto: Gentileza.
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