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/Ellitoral.com.ar/ Actualidad

“No habrá acuerdo con el FMI si antes Alberto Fernández no acuerda con Trump”

El analista internacional habló con El Litoral sobre los principales desafíos que, en materia de política exterior, asoman en el horizonte de Alberto Fernández, en su gestión desde el 10 de diciembre. También se refirió al viaje a México que realiza el próximo mandatario y de la estratégica relación con Brasil que deberá recomponer. La semana que viene, Castro disertará en el Congreso de Economía Regional que se llevará a cabo el 7 y 8 de noviembre en Corrientes.

Previo a su llegada a la capital correntina, para participar como disertante en el VI Congreso de Economía Regional, el 7 y 8 de noviembre, organizado por el Club de la Libertad, el analista político internacional Jorge Castro habló con El Litoral sobre cuestiones centrales en política exterior que asoman en el horizonte del próximo presidente argentino, Alberto Fernández. El también titular del Instituto de Planeamiento Estratégico (IPE) advirtió que no habrá acuerdo con el FMI si antes no se acuerda con Trump. 

“Para el próximo gobierno del presidente Alberto Fernández, que asume el 10 de diciembre, lo fundamental en política exterior es la relación con los Estados Unidos. El dato que hay que tener presente es que la Argentina tiene que pagar 25 mil millones de dólares por sus obligaciones de deuda externa en 2020. No cuenta con ese monto, lo que significa que es imperioso refinanciar la deuda pública argentina que vence el año que viene. Y esto implica a su vez, previamente, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin ello no hay acuerdo con los acreedores privados de la deuda pública argentina nucleados en Wall Street. A su vez, dadas las condiciones del FMI y del sistema de poder mundial actual, no habrá acuerdo con el FMI si previamente el presidente Alberto Fernández no establece un acuerdo, de largo plazo, con el gobierno de Donald Trump. Es una secuencia forzosa y forzada la que tiene que afrontar Fernández a partir del 10 diciembre”. 

—¿Y no queda otra alternativa que seguir esa secuencia? 

—Hay que refinanciar la deuda, y para hacerlo, previamente, hay que llegar a un acuerdo con el FMI, y para alcanzarlo es preciso, primero, acordar con Trump. Esta es la prioridad absoluta, excluyente, de la agenda internacional del presidente Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre. 

Con este agregado: dadas las condiciones de la crisis argentina, económica y política, de los últimos 18 meses, la agenda internacional predomina en todos sus térmicos respecto a la agenda doméstica del presidente Alberto Fernández. Sin resolver la agenda internacional no hay posibilidad alguna de avanzar en la agenda doméstica.  

—¿Y es en este sentido que ahora Alberto Fernández viaja a México? 

—Eso es. Hay que tener en cuenta que el presidente Andrés López Obrador de México, que es una expresión del nacionalismo popular mexicano, tiene un acuerdo en todos los términos con el presidente Donald Trump de EE.UU. Referido no sólo a que López Obrador ha tenido un protagonismo fundamental en la aprobación del nuevo Nafta, el acuerdo de libre comercio de América del Norte que se ha realizado a impulso de Trump, sino que también ahora, utilizando el ejército mexicano, se ha frenado las caravanas de inmigrantes ilegales destinadas a los Estados Unidos provenientes de los países centroamericanos. En otros términos: el presidente López Obrador es un aliado estrecho del presidente Donald Trump. 

 —¿Y en todo este contexto también debe atenderse la relación con Brasil? 

—Es una cosa aún más urgente que debe enfrentar el presidente Alberto Fernández. La situación se puede resumir en estos términos: actualmente hay una virtual ruptura entre Alberto Fernández y el gobierno del presidente Jair Bolsonaro del Brasil. Esto puede tener consecuencias verdaderamente muy negativas para la Argentina, porque implica que lo que está en juego no es sólo la relación diplomática entre los dos países, sino también la existencia y permanencia del Mercosur. 

Si Brasil abandona el Mercosur, posibilidad que está a la vista, implica para la Argentina una pérdida de más del 40% de sus exportaciones manufactureras, que son de la industria automotriz. El 80% de las exportaciones del sector se dirige a un sólo mercado, el brasileño.  

No hay país más importante en el mundo para la inserción internacional de la Argentina, que Brasil. Es inexcusable para las relaciones internacionales de la Argentina. Esto es lo que hace que sea imprescindible un acuerdo entre el presidente Alberto Fernández y el presidente Jair Bolsonaro. 

—¿Y la relación de Alberto Fernández con Lula da Silva? 

—En este punto es importante hacer una precisión que al mismo tiempo es una diferencia. El reconocimiento del significado histórico que tiene en la política brasileña el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que incluso tiene una trascendencia en todos los países de América Latina, y esto es algo que debe reconocerse y afirmarse, no implica al mismo tiempo evitar dejar de lado reconocer que esta visión que se tiene de Lula debe estar acompañada por un segundo hecho esencial para la relación de Argentina con Brasil: en los próximos cuatro años el presidente brasileño va a ser Bolsonaro. 

En otros términos, para el presidente Alberto Fernández es imprescindible que, incluso antes del 10 de diciembre, viaje al Brasil para entrevistarse con Bolsonaro y de esa manera aclarar que su admiración personal y política por el ex presidente Lula da Silva, no implica en modo alguno el desconocimiento o la falta de respeto a las autoridades brasileñas encabezada por su presidente Luiz Inácio Lula da Silva. 

—Y en esa relación con Brasil y el Mercosur depende también el acuerdo con la Unión Europea... 

—Este es un segundo punto de vital importancia, porque el gobierno de Bolsonaro tiene en el Congreso de Brasilia una mayoría de ya de más de dos tercios, como ha quedado de relieve en la reciente aprobación de la reforma del sistema de seguridad social. La decisión ya tomada por el gobierno de Bolsonaro, a través de su ministro de economía, Paulo Guedes, es aprobar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, en los primeros seis meses de 2020. Esto significa que para que entre en ejecución el acuerdo, lo único que se necesita para Brasil es que lo apruebe el Congreso brasileño, en primer lugar, y luego que sea respaldado por sólo el Parlamento europeo. No es necesario la aprobación de los 27 parlamentos nacionales de los países que constituyen la Unión Europea. 

En otros términos, la Argentina se puede encontrar ante el hecho de que los primeros seis meses del 2020 entre en ejecución el acuerdo Unión Europea-Mercosur, pero en forma unilateral de parte de Brasil. 

Hay que tomar en cuenta que Brasil no es la mayor economía del Mercosur, es la octava del mundo. La importancia que tiene para Europa el acuerdo con el Mercosur es por la presencia del Brasil. 

El país decisivo en el acuerdo del lado europeo fue Alemania y para este el Mercosur es esencialmente Brasil. 

En definitivas, es imprescindible que el presidente Alberto Fernández, incluso antes del 10 de diciembre, viaje a Brasil para entrevistarse con el presidente Jair Bolsonaro, y encontrar un acuerdo político estratégico, como ocurrió siempre, entre Argentina y Brasil, que es el elemento fundamental de la inserción de nuestro país en el mundo. 

—Y en la región también se presenta el convulsionado caso de Chile. 

—Absolutamente. El presidente Alberto Fernández no va a tener ninguna dificultad en mantener el mismo tipo de relación que ha tenido Mauricio Macri con el presidente Sebastián Piñera de Chile. No hay ningún conflicto pendiente entre la Argentina y Chile, de modo que no hay ningún inconveniente para que Fernández mantenga este tipo de relaciones con uno de los países más relevante de América del Sur, que es Chile. 

—¿Y cómo se puede solucionar esa convulsión chilena? 

—No sabría decirle, pero esto no es algo que el gobierno argentino deba participar. Lo que debe hacer, como lo hizo siempre, es dar su completa solidaridad al pueblo chileno y, por lo tanto, el reconocimiento respetuoso al gobierno del presidente Sebastián Piñera. 

—Y en el contexto internacional, ¿cómo el próximo gobierno nacional continuará la relación de China? 

—Este es uno de los escasos elementos de continuidad y de consenso nacional que existe en la Argentina sobre su relación con el mundo. No ha habido ninguna diferencia de fondo entre la política argentina hacia la República Popular de China realizada por Cristina Fernández de Kirchner y la que la realizó en estos últimos cuatro años Mauricio Macri. Tampoco va a haber ninguna dificultad para que el presidente Alberto Fernández mantenga y profundice la relación con China, que es uno de los ejes de la inserción argentina en el mundo. 

—¿Pasa lo mismo con Rusia? 

-Tenemos una relación estable que viene de la época de Cristina de Kirchner y continuó en todos sus términos con el presidente Mauricio Macri. No va a haber ningún inconveniente para que Alberto Fernández mantenga esa relación estrecha con el gobierno del presidente Vladimir Putin de Rusia. 

(GAL)

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