Anteojos de sol, un aliado necesario

n Los niños y las personas que toman ciertas medicaciones o fueron sometidas a operaciones en los ojos son más sensibles a la radiación UV. Sin embargo, todos debemos utilizar anteojos de sol, especialmente si la exposición es prolongada. Cómo saber cuáles comprar y un truco para reconocer si son de calidad.

     Protección 

    Dada la disminución cada vez mayor de la capa de ozono, la protección solar es cada vez más importante, sobre todo si se tiene en cuenta que la radiación UV está siempre presente, aunque sea invisible al ojo humano. Por eso, más allá de la adhesión que por suerte también es cada vez mayor, se sabe que la utilización de protector solar es imprescindible para proteger la piel de la radiación ultravioleta (UV), tanto UVA como UVB, siendo asta última considerada como más peligrosa para la piel. Pero, ¿hay conocimiento respecto a la importancia de cuidar los ojos?

“Con la misma seriedad con que se protege la piel se deberían proteger los ojos porque la exposición a los rayos UV puede causar daños a la vista, ya que los ojos son muy sensibles. Así, la exposición prolongada se asocia a la formación de cataratas, maculopatías y tumores”, expuso la Anahí Lupinacci, médica del staff de Oftalmología del Hospital Universitario Austral (HUA). “Es por eso que los oftalmólogos recomendamos el uso de anteojos de sol que absorban los rayos UV en un 99% o más, además de un sombrero de ala ancha cuando la persona está mucho tiempo al sol”.

Si bien más allá de la pigmentación de su piel cualquier persona es sensible a los rayos UV, los niños lo son particularmente, al igual que aquellos que tienen maculopatías. Por eso, como medida de precaución, se debe usar anteojos de sol siempre que se sale a la calle. Los pacientes que fueron operados de cataratas –y por ende se les retiró el cristalino dejando al ojo más vulnerable a la luz UV- también deben utilizar anteojos de sol con filtro UV y un sombrero para mayor protección debido a que no todos los lentes intraoculares (LIO) que reemplazan al natural absorben los rayos UV.

“Por otro lado, dado que hay medicamentos fotosensibilizantes, las personas que están en tratamiento, por ejemplo, por psoriasis o toman tetraciclinas, doxiciclina, alopurinol o fenotiazina, deben usar anteojos de sol y un sombrero cuando salen al aire libre mientras dure el tratamiento”, detalló la especialista.

Pero, volviendo al verano, también hay que tener en cuenta que hay una mayor exposición cuando se está en altura o en superficies que reflejan como el agua, la arena, la reverberación de paredes claras, los cristales o los espejos. “Y vale aclarar que los lentes de contacto pueden tener o no protección UV, con lo cual si el caso es el segundo hay que usar además anteojos de sol”, dijo la doctora Lupinacci.

A la hora de comprar

Si bien la mayoría de los anteojos de sol están diseñados para proteger a los ojos contra los efectos nocivos del sol, los anteojos comunes o de sol pueden tener la protección ultravioleta incorporada a los lentes o aplicada como tratamiento. Por ende, tanto los lentes de plástico como los de vidrio absorben la luz UV, pero dicha absorción puede ser mejorada mediante la adición de productos químicos al material del lente durante su fabricación, o mediante la aplicación de revestimientos especiales. “Es necesario buscar anteojos de sol que bloqueen la luz UV de un 99 a un 100%. Algunas etiquetas dicen ‘absorción de UV hasta 400 nm’. Esto es lo mismo que una absorción del 100% de luz UV. Siempre se deben comprar anteojos de sol con esta característica”, comentó la doctora.

¿Cuándo utilizar sí o sí 

anteojos de sol?

l Durante el verano, cuando el nivel de radiación ultravioleta (UVA y UVB) es por lo menos 3 veces mayor que durante el invierno.

l Cuando esté en la playa o en el agua.

l Cuando participe en deportes de invierno, especialmente en grandes altitudes.

l Cuando se usen medicamentos que puedan causar sensibilidad a la luz.

Más información:

www.hospitalaustral.edu.ar www.hospitalaleman.org.ar