El servicio de remises en la ciudad tuvo un leve repunte en los primeros tres días de clases. Según señalaron trabajadores del volante, la demanda aumentó cerca de un 10% entre el miércoles y el viernes y esperan que la situación comience a normalizarse tras un enero y febrero con escasa actividad.
En diálogo con El Litoral, el referente del sector, Juan Castillo comentó que “hubo una mejora, pero fue bastante menos que en años anteriores en esta misma época”. Según señalaron, el inicio del ciclo lectivo trajo aparejado un crecimiento en la cantidad de clientes y cierto alivio para la actividad.
“Más que nada son viajes cortos, dentro del casco céntrico”, dijo Castillo, haciendo referencia a los servicios más habituales que se prestaron en las tres jornadas escolares. En varios casos, los clientes dejaron a los hijos en la escuela y luego pararon un móvil para llegar a horario a su trabajo, viajando sólo algunas cuadras.
Por el momento, la demanda sigue baja y esperan que pueda normalizarse recién el próximo mes. Al respecto, Juan Castillo explicó que “generalmente en estas fechas los padres tienen muchos gastos con útiles y uniformes y recién en abril se estabiliza nuestra actividad”; y agregó: “Esperamos que haya un repunte porque la situación está complicada”.
En cuanto a la tarifa, los remiseros mantendrán la mínima actual de $45, que rige desde noviembre. Recién el mes que viene evaluarían un posible cambio de tarifa, atentos a los vaivenes económicos y al encarecimiento de algunos insumos, entre ellos el combustible.
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