Al menos 71 personas murieron ayer al naufragar un ferry en el río Tigris, en Mosul. Ocurrió en plena celebración de la fiesta de Norouz, el año nuevo kurdo, y se trata de uno de los peores accidentes en Irak de los últimos años.
Esta tragedia provocó conmoción en la ciudad, que había reanudado desde hacía poco las conmemoraciones de las fiestas como Norouz y otras salidas familiares por las riberas del río, tras pasar tres años bajo el dominio de los yihadistas del Isis. El balance de muertos en la tarde era de 71, según el general Saad Maan, vocero del Ministerio del Interior. Entre ellos había “19 niños”, precisó.
La embarcación transportaba a familias y niños que se dirigían a un complejo turístico de Mosul, indicó un funcionario. “El barco naufragó porque había muchos pasajeros a bordo, más de un centenar”, denunció un responsable de los servicios de seguridad, presente en Mosul.
Los hombres, mujeres y niños atravesaban el río rumbo a los parques donde las familias hacen el picnic tradicional por la fiesta de Norouz, el nuevo año kurdo decretado feriado en todo el país.
Tras las importantes lluvias en los últimos días, las autoridades abrieron esclusas para aliviar la presión del nivel del gran embalse de Mosul y habían alertado al público de que las riberas del Tigris serían más peligrosas con un nivel de agua más elevada.
En Bagdad, el primer ministro Adel Abdel Mahdi anunció la puesta en alerta de los servicios de salud y la movilización de todos los equipos disponibles en Mosul para la búsqueda.
Además, reclamó “una investigación y un informe en 24 horas para determinar las responsabilidades”.
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