En medio de la crisis que atraviesa por el escándalo de abusos sexuales a menores por parte del clero estallado en diversas partes del mundo, Francisco promulgó ayer una nueva y amplia legislación para contrastar este delito en el Vaticano.
La nueva ley obliga a quien tenga noticias de abusos de menores a denunciarlos “sin retraso” y crea un “servicio de acompañamiento para las víctimas”, que estará a cargo de un experto que deberá escucharlas, acompañarlas y ayudarlas en el proceso judicial.
Para potenciar el cuadro normativo, el Papa firmó tres documentos: una carta apostólica en forma de "Motu Proprio” (carta por decisión propia) sobre la protección de menores y de las personas vulnerables; una ley para el Estado de la Ciudad del Vaticano y la Curia romana; y líneas-guía para el Vicariato de la Ciudad del Vaticano. Entrarán en vigor el 1 de junio próximo.
El director editorial del Dicasterio para las Comunicaciones, Andrea Tornielli, explicó que “Aunque fueron pensadas y escritas para una realidad única en el mundo, en la que la máxima autoridad religiosa es también el soberano y legislador, estos tres documentos contienen indicaciones ejemplares que incluyen los más avanzados parámetros internacionales”.
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