Pascua: defensa de la vida, ecología y las elecciones, entre las propuestas de Canecín

n A partir del significado de la Pascua de Jesucristo, de su Resurreción, el obispo de Goya, Adolfo Canecín, emitió su mensaje en el que destacó la protección de toda vida, desde su concepción, en toda sus etapas y hasta la muerte natural. Además volvió a insistir en el cuidado de la ecología y también hizo alusión a las próximas elecciones.

En el comienzo, dijo “¡Cristo resucitó, vive, nos quiere vivos y testigos de la Resurrección!”. Expresó además que “Cristo al resucitar vence el pecado y la muerte que los hombres, con nuestras fuerzas, nunca lo hubiéramos logrado”.

Explicó que esta es la “gran buena noticia” que transformó la vida de los discípulos en testigos y de muchos pueblos que hoy lo reflejan en su cultura y calendarios indicando un “antes y un después de Cristo”.

En otro fragmento, el prelado mencionó a San Pablo y recordó que dijo: “Dios quiere actuar en nosotros con el mismo poder que empleó para resucitar a Jesucristo de entre los muertos”. Por lo que exhortó: “¡Permitámosle, pasaremos de la muerte a la vida, resucitarán nuestros corazones y se transformará la realidad!”.

Y ante lo anterior expresó a la feligresía: “Les propongo, propiciemos decidida y creativamente, por todos los medios y en todo tiempo, la experiencia del encuentro personal y comunitario, del corazón y las estructuras -eclesiales y sociales- con el Resucitado”.

Tal como aludió en el mensaje durante el vía crucis del último viernes, indicó: “Aprovechemos intensamente el tiempo pascual que la liturgia nos ofrece para disfrutar de la presencia del Resucitado, llevando su Luz a todos los rincones de la diócesis a través del ejercicio del santo vía lucis”.

Opciones

A modo de poder llevar a la práctica la experiencia de la Pascua, Canecín dijo que se puede ser testigos de la Resurreción: “Anunciando, protegiendo y defendiendo la vida humana, desde el primer instante de la concepción, en todas sus etapas, hasta el desenlace de la muerte natural”. También “viviendo la fraternidad humana, trabajando por la paz mundial y buscando la convivencia común”.

Además, expresó que se puede vivir este período “promoviendo la conversión ecológica para responder a la creación que, expectante, aguarda la manifestación de los hijos de Dios”. 

En paralelo animó a ofrecer “a todos los habitantes de nuestra Patria, en este año electoral, los criterios del Magisterio de la Iglesia como iluminación, para discernir y elegir, conscientes que la buena política está al servicio de la paz”. Y subrayó que “¡Debemos pasar de ser habitantes a ciudadanos!”.

Por otro lado, invitó a ser “una Iglesia que asuma la conversión pastoral como camino permanente para prioritariamente vivir: en salida misionera hacia todas las periferias geográficas y existenciales; con estilo sinodal que impregne el corazón y se plasme en todas las estructuras eclesiales; escuchando, acogiendo e integrando a todos, en especial a los jóvenes: “Todo con los jóvenes; trabajando por la cultura vocacional, para que cada ser humano -imagen y semejanza de Dios- desde la identidad (varón-mujer) recibida al nacer, encuentre y asuma su vocación humana, cristiana y específica en la Iglesia y la sociedad; confiando que Dios nos dará, nos regalará una primavera vocacional”.

En cuanto a las propuestas eclesiales, destacó la necesidad de “asumir e impulsar las prioridades pastorales diocesanas: Pastoral Familiar y Catequesis Renovada, teniendo como horizonte el año 2021 en el que celebraremos los 60 años de la diócesis”.