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/Ellitoral.com.ar/ Interior

Puente sobre el Iribú Cuá: advierten falta de mantenimiento en la vía alternativa

El paso de vehículos por el desvío dispuesto provisoriamente hasta que se termine la construcción de uno nuevo, resulta muy complicado. En especial, tras los días de lluvias. Plantean la necesidad de subsanar las dificultades que existen en la senda paralela. 
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El puente sobre el arroyo Iribú Cuá, ubicado en el kilómetro 1.116 de la Ruta Nacional Nº 12 -entre las localidades de Itatí e Ituzaingó- se desplomó el 19 de mayo de 2017. La estructura cedió ante el impacto del intenso caudal generado por las abundantes lluvias que se registraron en esa ocasión. Pasaron casi dos años del derrumbe y si bien hace cuatro meses está en marcha la construcción de una nueva estructura, advierten que transitar por el camino alternativo continúa siendo muy dificultoso, especialmente tras los días de lluvia, muy comunes en este otoño correntino.

Mientras se construye el nuevo viaducto sobre el arroyo Iribú Cuá, los vehículos deben transitar por un puente Bailey (estructura metálica provisoria). Conductores, que en los últimos días utilizaron esa vía de comunicación, advirtieron sobre ciertas dificultades para atravesarlo. Señalaron que debido a la falta de mantenimiento y a las precipitaciones se acumula bastante barro y agua en los accesos al viaducto haciendo muy complicada la circulación. Además, conspiran los abruptos desniveles que afectan el sistema de amortiguación de los rodados y un inadecuado perfilado del camino de desvío. 

La obra general prevé la construcción de un nuevo viaducto de 60 metros de largo y 14,90 metros de ancho, con barandas de defensas, baranda metálica peatonal, señalización vertical y horizontal. Esta estructura se construye en el mismo sitio donde colapsó la anterior y durante los trabajos la circulación se desarrolla sobre un nuevo puente Bailey montado en paralelo a la estructura de emergencia existente. 

La reconstrucción del puente sobre el Iribú Cuá es fundamental para una estratégica conexión vial por el norte provincial, pero también es importante una vía alternativa provisoria en buenas condiciones. Cuando se licitó la obra, que comenzó en la primera semana de enero y ya se está en un 30% de avance, se dieron varios datos a tener en cuenta en esta coyuntura. Pero, sobre todo, se desataca lo fundamental y necesario de cruce. Restablecer la conexión beneficiará a más de 2.000 usuarios por día, según se estimó a principios de 2018. 

“La construcción del nuevo puente en una zona clave del NEA muestra el nivel de compromiso que el Gobierno nacional tiene con la solución de problemas concretos para los vecinos y las actividades económicas de todas las provincias”, habían dicho autoridades regionales de Vialidad Nacional al suscribir el acta de inicio de la obra y supervisar la ejecución de los primeros trabajos. 

El proyecto, financiado por el Ministerio de Transporte, a través de Vialidad Nacional, fue licitado con un presupuesto total de $36 millones. Evidentemente, del mantenimiento de la vía provisoria nadie parece percatarse, salvo los conductores que deben atravesar la zona con cierta frecuencia y más aún quienes deben hacerlo diariamente.

Responsabilidades 

Por si fuera poco, según testimonios recabados, hay una motoniveladora a un costado del camino, evidentemente sin ser utilizada para mantener en buenas condiciones un paso provisorio. Por lo menos, no en la frecuencia que exigen las tareas viales necesarias para atender la demanda de un tránsito de consideración por una ruta como la Nacional 12. 

Las responsabilidades parecen compartidas, entre la misma empresa constructora del puente y los propios inspectores de Vialidad Nacional, que tendrían que exigir los arreglos en la senda paralela. 

Personas que transitan por la zona manifestaron que la firma, además de ejecutar la obra, no debería desatender las condiciones del camino provisorio. Y los funcionarios de Vialidad Nacional, por su parte, tendrían que controlar y hacer cumplir las tareas necesarias para que la circulación sea fluida y sin riesgos, tal como lo demandan los conductores y el sentido común.

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