Remises: cerca del 50% de los móviles tiene 7 años de antigüedad y preocupa la renovación

La renovación de los vehículos es una constante preocupación para los remiseros, pero en el último tiempo creció el alerta por esta cuestión. Los fuertes incrementos que tuvieron los precios de los cero kilómetro representan un verdadero desafío para que los trabajadores puedan mantenerse dentro de la legalidad. 

De acuerdo a la normativa vigente, los remises no pueden tener una antigüedad mayor a diez años, algo que comienza a alertar seriamente. En diálogo con El Litoral, el referente de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo, comentó que “la renovación está realmente complicada, hace poco vencieron 30 móviles y hay muchos que lo van a hacer dentro de no mucho tiempo”.

Según señalaron desde el sector, actualmente cerca de un 50% de los remises de la ciudad son modelo 2013, por lo que cumplen siete de antigüedad este año. Al respecto, Castillo expresó que “si la situación no cambia va a haber serios problemas dentro de dos años para mantener la legalidad”. 

Más allá de la ordenanza, otra de las preocupaciones es que los remises tienen un desgaste mayor a un auto particular, por lo que muchos deben cambiarlo incluso antes del plazo legal. A pesar de los mantenimientos, el uso intensivo hace que el móvil se deteriore rápidamente. 

De acuerdo a un informe dado hace pocos días a nivel nacional, no hay más autos cero kilómetro que cuesten menos de $600 mil. Es decir, en sólo dos años, el precio se duplicó tras la escalada del dólar que presentó varios saltos, sobre todo desde abril de 2018.

Los remiseros reconocen que en materia de renovación y antigüedad del parque automotor, este es uno de los momentos más preocupantes de los últimos años. “Tuvimos momentos mucho mejores, donde la mayoría de los modelos eran de cuatro o cinco años como máximo”, comentaron.

Los que se encuentran actualmente pagando un vehículo abonan alrededor de $15 mil mensuales, aunque la cuota puede ser mayor dependiendo del modelo. “Uno base se está pagando eso, la verdad es que se complica demasiado poder sostener con la baja demanda que hay”, expresó Juan Castillo a este matutino.

Al problema de la renovación se suma el del mantenimiento, rubro que se encareció también de manera notable, sobre todo en los productos importados. “Un cambio de aceite y filtro solamente ronda los $6 mil, y tenemos que hacerlo cada mes y medio”, aseguró al respecto Castillo. Además, el cambio de correas y la posibilidad de tener que reemplazar algún repuesto se añade a la preocupación de los trabajadores del volante que temen que el servicio pierda calidad ante el constante incremento de los insumos, incluídos los combustibles.