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/Ellitoral.com.ar/ Interior

Profesionalizaron el cuidado de los parques con una distinción especial a los baqueanos

Con la media sanción de Diputados quedó aprobado el Régimen del Personal de Guardaparques de Corrientes. Destacan el reconocimiento de una tarea que comenzó hace 37 años en el Iberá y luego se extendió a otras áreas. Desde ahora, el trabajo de preservación estará categorizado. 

En 1983 eran nueve personas, hoy son 47. Varió el número y la extensión de tierra en la que ejercen su rol, pero la misión es la misma: proteger los parques y reservas de Corrientes. Por eso, siempre fueron guardaparques. Sin embargo, esa tarea no estaba plasmada en una norma y por lo tanto, en los papeles, eran personal administrativo del Estado provincial. Ahora eso cambió porque primero la Cámara de Senadores y luego la de Diputados aprobó un proyecto del Ejecutivo Provincial que establece un régimen específico para quienes cuidan los recursos naturales de esta parte del país.

Vicente “Pico” Fraga participó de la sesión que la Cámara Baja realizó el último miércoles. Es que el orden del día incluía un tema especial que va más allá de su actual rol como director de Parques y Reservas de la Provincia.

Sucede que en la década del 80, quien es veterinario de profesión, decidió regresar a sus pagos para liderar un proyecto que hasta ese momento sólo era parte del anhelo de algunas personas. “Quien entonces gobernaba en la Provincia tenía experiencia del trabajo realizado en Bariloche y entonces resolvió que también se debía preservar los Esteros del Iberá. Creó así la reserva”, recordó Fraga en diálogo con El Litoral. Pero preservar los recursos era una experiencia nueva que requirió un esfuerzo y el conocimiento de un equipo de trabajo donde la mayoría eran baqueanos.

“Si bien nací en Mercedes y  mi familia estuvo vinculada a las actividades rurales, las ocho personas que en ese momento me acompañaron me enseñaron mucho porque conocían muy bien cada rincón de los Esteros”, señaló. Haciendo referencia a quienes decidieron dejar de cazar para convertirse en guardaparques.

Un título que lo consiguieron a base del trabajo diario. Los pobladores, los visitantes y las autoridades se referían a ellos como los guardaparques. 

En 1993, la reserva Iberá se convirtió en Parque Provincial. Un año después se instauraron otras áreas para proteger: el “Rincón de Santa María” y un sector de la isla Apipé Grande.

Con el paso del tiempo, se amplió la preservación a otras áreas de la Provincia, como San Cayetano y Laguna Brava. 

Y aunque las modificaciones incluyeron desde la extensión de las áreas a cuidar el desarrollo de actividades turísticas, lo que no cambió fue la misión de las personas que a diario trabajan en parques y reservas.

Sin embargo, en los papeles, ellos seguían siendo empleados estatales administrativos.

Una realidad que cambiará definitivamente cuando el gobernador Gustavo Valdés promulgue el Régimen del Personal de Guardaparques de la Provincia.

Homenaje 

La norma provincial profesionalizará el cuidado de los recursos naturales de la Provincia. Es que no sólo fija cuatro categorías, Intendente, jefe de seccional, guardaparques y baqueano, sino que además especifica “la misión de cada uno de esos roles, las funciones, las atribuciones, las obligaciones”, indicaron a este diario.

Y aunque la mayoría de quienes en la década del 80 se convirtieron en guardaparques ya no están físicamente, “esto es un homenaje para ellos, un reconocimiento para los que aún estamos y un marco legal para quienes en un futuro serán los encargados de cuidar nuestro patrimonio natural”, destacó el actual intendente de la reserva y parque provincial, Walter Drews, en diálogo con El Litoral.

En este contexto, rememoró que hace más de dos décadas también decidió unirse a quienes “desde un principio, como Fraga, están trabajando en distintos lugares de Corrientes para cuidar la fauna y flora autóctona”.

Cláusula

En la ley promovida por Valdés y avalada por los legisladores hay una cláusula que tanto Fraga como Drews destacaron: todos los baqueanos que trabajen hace más de 10 años como guardaparques serán reconocidos como tales en sus respectivos recibos de haberes.

“En mi caso, años atrás tuve la oportunidad de estudiar y recibirme como guarparque en la Universidad Nacional del Nordeste”, acotó Drews. Haciendo referencia a un plan de profesionalización a nivel provincial que comenzó hace tiempo y que ahora se oficializó mediante una normativa que regula la actividad del sector.

Pero más allá del reconocimiento a los baqueanos que cursaron o no estudios académicos, el nuevo régimen laboral sigue contemplando a todos los que trabajan en el cuidado de los recursos naturales.

Por eso, baqueano es una de las cuatro categorías fijadas y señalaron que “el objetivo es que pobladores que conozcan y vivan en las zonas de preservación sigan siendo parte de esta política de Estado de proteger la fauna y flora de los más diversos lugares de nuestra provincia”.

Futuro

“El Ejecutivo Provincial envió el proyecto al Senado, ellos le dieron media sanción. Y también nosotros en la Cámara de Diputados. Es un reconocimiento del Gobernador al trabajo que vienen realizando los guardaparques, la Dirección de esa área (Fraga) y Turismo”, destacó el diputado provincial Horacio Pozo a El Litoral.

La normativa se suma así a un plan de preservación que se sigue extendiendo en Corrientes, donde ahora están, por ejemplo, en construcción cinco seccionales en el parque Iberá. 

(CC)

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