“Creo que todos tenemos”

Por Adalberto Balduino

Especial para El Litoral

“Creo que todos tenemos

un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo.”

Julio Cortázar.

La cordura es la cuerda que de alguna manera nos traza el equilibrio de lo lógicamente concreto. Supone caminar sin caernos. Andar sin chocarnos. Pero tanto equilibrio se torna denso, monótono, y hasta cansador ya que lo otro presupone romper ese orden con el peligro de infringir. Arriesgar. Jugarnos. Y jugarnos es comprometernos. Mostrarnos tal cual. Y, nadie quiere a veces ser quien realmente es.

Por eso apelo, aunque fuera una contradicción, romper la riesgosa rutina, aunque de repetirnos caer en la mención de frases de otros que por trascendentes, logran enriquecer la prosa, la palabra en diminutivo, el balbuceo de una frase próxima a salirse. Ya que por trascendentes, permiten la vía libre para el aprendizaje y recordar con alivio las ideas que están próximas a salirse. No de su cauce sino del estilo que sin brillo son menos contundentes, aunque pretendan lo mismo: transmitir.

Es indudable que la lectura posibilita el camino libre de la escritura. Permite perfeccionar el estilo, porque la riqueza del conocimiento alimenta la infinita posibilidad de expresarnos mejor, con marcada soltura, con cintura diríamos. En ese ejercicio que supone la búsqueda permanente de poder expresarnos de la mejor manera siendo creíbles, es decir, hurgando en las historias, en los comportamientos, en las actitudes humanas, se abriga la elaboración de una nota con enorme horizonte de comunicación plena.

A veces es como marca Cortázar, sorteando los caminos comunes para poder llegar a tiempo poniendo en juego “lo insanamente cuerdo”, como irónica vía de construcción palabra por palabra. Coleccionar a veces frases pronunciadas por gente ilustre, nos facilita poder armar y tener un vasto conocimiento ya que al compaginarlas como figuritas de un rompecabezas concurren a nosotros más alternativas, otras vías posibles de expresión. No lo digo en la expresa colección específica, sino abreviar teniéndolas en cuenta. Casi casi como un perfil con un perfil a cuerpo entero, muy parecido a lo que queremos decir. Resultan increíbles como abrevian, esgrimiendo una idea concreta que nos acercan un resultado que no es copiar sino poder comprender de igual manera, pero con mirada tal vez más profunda, atinada, justa por acercarse al deseo ferviente de que la elocuencia sea contundente.

Hoy esa llave no cuerda, permite producir una explosión de sentimientos, intenciones que antes eran guardadas porque la falta de un orden de principios que regula toda sociedad, han convertido las calles de nuestra existencia en una selva de gran salvajismo donde nada queda por decir y hacer.

Me parece maravilloso poder expresarnos de mil formas. Instalar una idea. Pero expresarnos al fin. Racionalmente. Educadamente. Tratando en lo posible de poder entablar un saludable disenso, que el periodismo por ser protagonista de toda una sociedad, debe intentarlo, exponerlo y practicarlo.

Por ejemplo, cómo no vamos a admirar lo dicho por Fernando Aramburu, Premio Nacional de España en Narrativa: “La bondad no precisa de recompensa final. Ella misma ya es el premio.” Muchos tratamos por superar otros objetivos tal vez menos loables que la bondad. Sin embargo es justamente la magia que enriquece nuestro comportamiento, permitiéndonos llegar a muchas más personas con la bondad abierta, dispuesta como un abrazo en cruz.

Burlándose de sí mismo, irónicamente Cortázar decía con respecto a la otra vía de acceso: “En suma desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. 

Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como son dadas.” Ser disconforme forma parte de ello. Establece la búsqueda. Vislumbra la posibilidad de otra manera, sin tratar de faltar a la verdad.

Siempre traigo a colación cosas del cine porque me gustan, ya que las imágenes abrevian, dejan entrever, redondean una idea. José Luis Garci, guionista y director español, puso en boca de su intérprete José “Pepe” Sacristán, un parlamento en “Solos en la madrugada” que vislumbra y aclara, cuando asevera: “Uno no envejece cuando ama”. Es claro, no solamente no envejece, sino que accede a todas las cimas por obra y gracia de lo supremo, ya que el amor lo puede todo.

Y a propósito, el escritor, guionista,  periodista, y realizador cinematográfico francés, Emanuel Carrere sostuvo otra frase memorable que ayuda y sostiene: “...el periodismo puede ser tan literario como un poema, una novela o una obra de teatro.” Estableciendo las diferencias que el periodismo guarda a su real entender: “Hay dos familias principales: están los analistas, los columnistas, los editorialistas, y luego los reporteros, los que estamos del lado de la narración.” “El periodismo es una forma de literatura.” 

Cómo no detenernos a buscar en la intimidad de los artículos, esa realidad periodística que nace de las frases, del parecer, de la opinión de los otros. Es decir de la sociedad que siempre es sabia, aunque no porte apellido ni fama. Esa otra mirada más profunda que devela gestos, que demuestra sinsabores, que toma diariamente la temperatura de su vida institucional, que anticipa y vislumbra la verdad que baja a los bolsillos, al desencanto, a la política de oídos sordos y conveniencia que en oscurantismo de sextas va sumando aportes, arrimando ganancias extras. Traducir la voz del pueblo en su diversidad, en su razón de ser. Traducir. Escribirla. Darla a conocer consolidando el periodismo puro. Todas las frases tienen vigencia porque están apegadas a la vida. O, como decía Cortázar: “Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma diferenciándose.” Estuvo en la Argentina después de mucho tiempo en 1983. El siempre decía en broma: “Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia”, ya que nació en Ixelles, al sur de Bruselas, Bélgica, por la actividad diplomática de su padre argentino. Muere en París el 12 de febrero de 1984.

El dato

La búsqueda incesante de la verdad nos obliga muchas veces a ensayar nuevos caminos, a apreciar ciertas frases, a comprender que es el todo lo que nos otorga objetividad.