Nuevos corredores viales: SOS peatones

Por Jorge Simonetti

Por derecho propio, nuestra ciudad de Corrientes podría ser declarada con justicia “ciudad inamistosa para los peatones”. Comenzando por el estado físico de sus veredas, continuando por nuestras conductas ciudadanas de no respetar su prioridad de paso y concluyendo con la inacción municipal que, salvo algunas acciones aisladas, no los contempla en su agenda.

Cualquiera que transite asiduamente por calle La Rioja -me toca hacerlo diariamente- podrá advertir que el corredor vial de esa arteria es una pista para automóviles y mastodontes rojos denominados colectivos, que en loca carrera se deslizan a velocidad excesiva, enmarcados por peatones que circulan en angostas, angostísimas veredas.

¿Quién de nosotros no sintió alguna vez el tenebroso vientito en el cuerpo cuando, caminando por esa calle, es virtualmente rozado por los bólidos rojos, lanzados uno detrás de otro a toda máquina?

Dios está con nosotros, y con las autoridades municipales deberíamos agregar, porque es un milagro que no hayan sucedido accidentes de consecuencias lamentables en ambos corredores, teniendo en cuenta la cantidad de peatones que circulan arrinconados en estrechas veredas por autos y colectivos ilimitados en su velocidad.

Ya está claro que Corrientes es una ciudad antigua, de veredas estrechas, algunas apenas exceden el metro de ancho. Diariamente, están atiborradas de transeúntes, muchos de ellos alumnos de escuelas de la zona.

¿Abrir corredores viales sin ensanchar las veredas, es la única solución que se les ocurre a los responsables de la planificación para agilizar el tránsito ciudadano? Puede ser una solución parcial para los empresarios del transporte urbano, pero es una bomba de tiempo para los peatones.

Desconozco si existe un plan maestro de tránsito en nuestra ciudad, creería que no, o por lo menos no lo han dado a conocer a la ciudadanía. Pero lo que sí se puede advertir es la equivocada estrategia municipal que, en vez de la descentralización de la circulación, promueve la concentración del movimiento vehicular y en especial del transporte público.

Abrir nuevos corredores viales, como se anuncia, es habilitar nuevas pistas de carrera en el microcentro, que se abrirán como puñaladas en las venas ciudadanas, para colocar a correr por las mismas, caudalosos flujos de tránsito que amenazan permanentemente con ponerle el luto a los ciudadanos de a pie.

 Los corredores viales son una solución barata pero una salida antigua y poco ingeniosa para el problema del tránsito y el transporte público, lo único que harán es aumentar la inseguridad en la circulación por la ciudad.

Parecería que no existe coordinación entre autoridades provinciales y municipales, porque cuando desde la Provincia se intenta el traslado de las oficinas públicas fuera del microcentro, desde el Municipio se trabaja por incentivar la centralización del tránsito.

El peatón suma otras penurias. Las veredas, además de angostas, están destrozadas, desniveladas, obstruidas por construcciones, con falta total o parcial de baldosas, con pozos o directamente reducidas a escombros, haciendo para el ciudadano que el simple paso por las mismas se convierta en una aventura. Exigir su reparación al propietario está dentro de las facultades de policía del Municipio, pero la omisión de hacerlo resulta inexplicable por parte de las autoridades.

 Tampoco existen semáforos para peatones, y el caminante no puede ver el color de la luz si circula en sentido contrario a la mano. Qué importa, que adivinen.

Vereditas angostas, tránsito libre, velocidad sin control, sin radares, sin reductores de velocidad, multitud de personas circulando en apenas un metro de ancho, es el combo peligroso que las autoridades parecieran querer multiplicar

 No señores, habilitar corredores viales en lugares de veredas angostas y calles estrechas es restar seguridad y sumar peligros, agilizando relativamente el tránsito a costa de los peatones.

 Nuevos corredores viales: SOS peatones.