Escuelas apelan a diversas estrategias para evitar robos durante el aislamiento

El aislamiento obligatorio que impuso el Gobierno nacional para proteger a la población del coronavirus incluyó el cese de la actividad escolar. En Corrientes se tomó, además, la determinación de que los establecimientos permanezcan cerrados, sin la obligación de que deban asistir los directivos. Esta situación devino en que los colegios queden sin el movimiento usual a esta altura del año, siendo más similar a las épocas de vacaciones.

Sin embargo, más allá del pasto alto o de algún descuido en lo edilicio, lo que más preocupa a los directivos en general es la posibilidad latente de que se cometan robos o ataques vandálicos en las escuelas. Hechos que suelen darse durante los fines de semana, en feriados o en verano. En estas últimas semanas se registraron, al menos mediáticamente, dos episodios en instituciones educativas: en la Escuela Primaria N° 146 “Crucero Manuel Belgrano” y en la Técnica “Bernardino Rivadavia”. En la primera no se concretó el hurto planificado, pero en la segunda personas aún no identificadas se llevaron 22 reflectores led que servían de iluminación en el patio de la parte antigua del edificio.

“Rompieron un parasol para entrar, pero no pudieron hacerlo porque la ventana tiene rejas”, agregó a El Litoral la rectora de la escuela, Griselda Morales. Según manifestó, desde el Ministerio de Educación “nos dijeron que nos van a reponer algunos reflectores para que  la escuela no quede a oscuras”.

En materia de seguridad, el colegio también conocido como “Industrial” cuenta con cámaras de vigilancia, aunque solo graban una cierta cantidad de tiempo. Además, Morales señaló que ahora se solicitó al ministerio que articule los medios necesarios para que se intensifique el patrullaje policial por la zona.

El Gobierno provincial estrenó el año pasado un programa denominado “Camino seguro”, el cual contiene una serie de medidas basadas en el trabajo en conjunto entre los directivos y la Policía. Allí se establecieron “corredores de prevención” en colegios de la zona céntrica, con la disposición de patrulleros motorizados y a pie.

Prevención

Ante este escenario, son varias las instituciones que se mantienen alertas, apelando a un contacto directo con las comisarías de su zona, la vigilancia propia y los controles por parte de los propios directivos incluso. Por ejemplo, el vicerrector de la Escuela Técnica “Vías Navegables”, Jorge Ibarra, relató a este medio que “el rector vive a una cuadra de la institución, así que va a mirarla dos o tres veces al día”. “Tenemos comunicación directa con la Comisaría Cuarta y también contamos con el sistema de alarma en la institución, hasta el momento no tuvimos ningún problema”, agregó.

Por su parte, la directora de la Escuela N° 7 “Isabel E. Vera”, Lina Lezcano, manifestó que “hemos hecho grupos de Whatsapp con los vecinos que rodean la escuela y ellos nos avisan cualquier cosa rara que ven”. “Las escuelas tienen solo la seguridad que como institución somos capaces de hacer en cuanto a rejas, pero todos sabemos que eso no es suficiente”, sostuvo.

También el director de la Escuela Eragia, Leopoldo Payes, relató a este matutino que “contamos con un equipo de serenos que va rotando, más un policía adicional y el patrullaje habitual por el barrio”. Al igual que en la Escuela 7, en la Eragia “tenemos vecinos comprometidos que avisan si ven cosas raras”, destacó el directivo.

Donde también se cuidan es en el Colegio René Favaloro, que había sido víctima de un robo en enero pasado. “Por ahora está todo normal, nosotros seguimos valiéndonos del patrullaje de la Policía y, además, pusimos un agente a la mañana y los fines de semana”, describió a El Litoral su rectora, Alba Montero.

Por último, el rector del Colegio Secundario Iberá, Hugo Villarreal, contó que tras el último hurto padecido, durante enero, “reforzamos ventanas y puertas”. 

(GMC)