Con subsidios, buscan sortear las dificultades económicas en una Itatí sin turismo religioso

La cuarentena que rige hace más de dos meses debido a la emergencia sanitaria que generó el coronavirus, impactó en las economías locales de todas las poblaciones correntinas. Pero Itatí, además, tiene una característica especial. Es que los ingresos de una cantidad considerable de familias dependen de alguna de las actividades que están vinculados al turismo religioso que gira en torno a la Basílica. A través de subsidios otorgados por el Municipio, la Provincia y la Nación buscan sortear las dificultades que genera la reducción de ingresos.

Hasta mediados de marzo pasado, especialmente los fines de semana, sus calles estaban colmadas de feligreses que venían al Santuario a cumplir una promesa, agradecer o realizar algún pedido especial a la Virgen. Pero su visita, aún cuando no se quedaran varios días,  también incluía ingerir alimentos y adquirir alguno o varios de los más diversos productos que se ofrecían en la plaza central o en los puestos instalados en uno de los laterales del Santuario.

En consecuencia, esto significaba un aporte considerable para el sustento de las familias itateñas. “Estimamos que entre un 50 y 55% de la economía local giraba en torno a las ventas que se concretaban a través de los puestos”, indicó el intendente Germán Fernández en diálogo con El Litoral. 

Tras lo cual añadió que “a eso se sumaba lo que se generaba  en torno a los distintos tipos de alojamientos y servicios, como el de guías de pesca, porque están quienes venían -por ejemplo- a pasar un fin de semana en Itatí”. 

Pero a fin de reducir la circulación de personas y que esto a su vez contribuya a mermar el riesgo de la proliferación del coronavirus, el ingreso a la localidad está restringido. “Son tiempos difíciles pero hay que tener fe de que vamos a lograr superarlos. Ahora, lo importante es cuidarnos entre todos y ver como podemos contribuir para mitigar el impacto en las economías familiares. Y en ese sentido, estamos trabajando en conjunto el Municipio con el Concejo Deliberante”, afirmó el Jefe comunal.

Unificación

En este  contexto, Fernández comentó que “con el adelanto de coparticipación que nos brindó la Provincia entremos un subsidio de $3 mil y módulos alimentarios a unos 360 puesteros. Mientras que a unas 166 familias -entre guías y pescadores- se les otorgó un bono de $2 mil, módulos alimentarios y pollos. También se realizó un aporte a 17 chipaceros”.

Como prueba de que están trabajando en armonía más allá de las diferencias políticas, el Jefe comunal comentó que los comerciantes que tienen sus puestos en inmediaciones a la Basílica, para acceder al subsidio, presentaban la documentación en el Concejo.

A los aportes citados, también se sumó el abono de $10 mil como parte del programa nacional Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). “La mayoría de las personas afectadas económicamente por la pandemia, pudieron acceder a ese beneficio de Nación”, acotó Fernández. Tras lo cual señaló que “hay actividades que si bien no generan el mismo ingreso que cuando llegaban muchas personas de los más diferentes lugares, todavía se desarrollan y permiten al menos el sustento diario”.

En este sentido, ejemplificó: “los chipaceros que antes vendían en los alrededores de la Basílica ahora cambiaron de modalidad y van casa por casa. O los que vendían ropa en los puestos, ahora lo ofrecen por internet”. No obstante, aclaró que hay sectores cuyas dificultades son mayores como ser el de los santeros, es decir, aquellos que vivían de la venta de imágenes. 

“Son tiempos difíciles. Pero entre todos vamos a trabajar para salir adelante”, aseveró Fernández, quién adelantó que la semana venidera se reunirá con los concejales para coordinar como se efectivizará el  aporte económico aprobado días atrás por el Concejo. (CC)