DJ en la pandemia: un live por las redes que suma adeptos entre consolas, luces y vinilos 

La música salva, de eso no hay dudas. El mundo en plena pandemia volvió a sostenerse en un arte que templa el ánimo para salir del pozo y tener esperanza, pese a todo. En cada país, o al menos en la mayoría, una canción se convirtió en una especie de himno de resistencia ante la adversidad, porque este tiempo de coronavirus realmente pone a prueba a la humanidad: la vida cotidiana dejó de ser lo que era en cuestión de días y el aislamiento social marcó la rutina en constante alerta máxima. 

Pero en las primeras semanas de cuarentena, la incertidumbre se repotenció como nunca por el miedo, ese enemigo eterno de toda confianza y acción por algo mejor. Y es allí donde la música salva. 

Horacio Quiroz, un DJ local con más de 35 años de experiencia, lo entendió así y en este lapso de confinamiento domiciliario comenzó a presentar noches especiales por streaming a través de su cuenta de Facebook. Detrás de sus consolas modernas, mezcladas con un par de impecables bandejas gira discos y algunas luces multicolores, armó su set live. Con tres cámaras fijas empezó a transmitir y poner música con una temática particular, que en un principio apelaba a la nostalgia con un listado de canciones de la década del 80, también con algo de cumbia del recuerdo y hasta los muy aclamados especiales a puro vinilo. 

Como todo comienzo, las primeras transmisiones fueron compartidas por un puñado de amigos, amigas y conocidos de aquellas fiestas masivas que contaron con el aporte musical-bailable del DJ. Sin embargo, en pocas semanas la comunidad en esta nueva pista virtual se expandió súbitamente y en las últimas emisiones registró más de 150 espectadores online, unas 17.000 reproducciones, otros 19.000 comentarios y unos 600 compartidos. 

“La idea es entretener, porque le depresión por el aislamiento es atroz. Te bajonea mucho”, señaló Horacio en diálogo con El Litoral y acotó: “Hacemos emisiones temáticas, abriendo un poco el panorama para que no sea monótono”. A la particularidad de los temas por pasar, le incorporó la participación de colegas invitados, quienes presentan su propio set y generan más adhesión. 

“La idea surgió un poco para despuntar el vicio: yo pongo música desde 1983, son muchos años en esto y de repente no tenés dónde hacerlo. Para mí es un hobby, rentado, pero hobby, al fin y al cabo. Entonces me metí en las redes y arranqué así, para despuntar el vicio”, recordó Horacio. 

“Antes de la pandemia pensaba en hacer algo parecido los miércoles, porque los fines de semana estábamos a full. Pero después, ya en el aislamiento social y obligatorio, empecé a ver la posibilidad de hacer una fiesta virtual los sábados, a pura pachanga, para levantar el ánimo en la cuarentena. Así, le propuse ser animador a ‘Pucho’ (Diego López) y, al aceptar, nos lanzamos con todo los sábados, pero sin dejar de tener especiales los miércoles, jueves y viernes; incluso los domingos. Siempre que podemos hacemos estos especiales”, explicó el DJ. 

A los sábados de pachanga le sumaron algunos sorteos y más gente se conectó al live. “Estamos muy entusiasmados con la repercusión que tenemos y esperamos expandirnos en las redes. Por ejemplo, veremos cómo nos sumamos a otras plataformas, porque una cosa es Facebook y otra Instagram: son públicos distintos, son diferentes músicas por pasar”, indicó entusiasmado sobre el proyecto, como si fuera en busca de un mágico empalme de discos con sus bandejas que pueda impactar y haga delirar a la pista. 

“¡Vamos, che!” 

Una presentación de estos minishows del DJ por streaming son policromáticos, por las luces que dan vueltas sin parar desde el frente de esa isla de control musical que parecen no caber en el monitor. Las cámaras fijas en su estudio muestran las manos de Horacio operando la consola, seleccionando temas con breves intervalos para el chequeo del celular, tanto para verificar una buena conexión como para estar atento a los comentarios que van llegando de a decenas. A todos responde, al menos, nombrando a los que se suman a la fiesta virtual. 

“¡Vamos, che! Se acuerdan de esto...”. Lanza el musicalizador mientras suelta uno de los vinilos girando en la bandeja y empieza a sonar “Gota a gota”, de Los Forasteros. La sección de comentarios arde de nostalgia. Es el final de una semana más de cuarentena y Horacio musicalizaba el “Viernes de latinos y cumbia retro”, tal cual lo anticiparon en flyers compartidos con antelación.

A esa altura del show se mantienen en poco más de 120 visualizaciones online, pero los comentarios se disparan en cantidad: más de 4.600. Entonces, suena Gilda con su versión de “Paisaje”, de Franco Simone; le siguen en un pase óptimo Los Charros con su tema “Amores como el nuestro”; lo mismo con La Nueva Luna y varios exponentes más de la cumbia de los 90. 

“Pero también hay segmentos más tranqui, eh. No todo es pachanga, jajaja”, advirtió Horacio en un momento de la charla con El Litoral. En efecto, el miércoles último se transmitió un mix de vinilo ochentosos, en el que arrancó Tears for Fears y un enganche con The Cure, hasta que brotó la potencia de Tina Turner para después dar paso a un tema emblemático de esos 80 de Bruce Springsteen, “The Boss” (El jefe).  

“Son vinilos de verdad”, acotó Horacio entre tema y tema, exhibiendo un reluciente disco negro. Esa noche también pasó canciones de The Bangles, Stevie Wonder, Depeche Mode, entre otros emblemáticos artistas ochenteros.  “Esto es para juntar amigos y entretener a la gente. Cada semana se van sumando muchos más. Por eso buscamos variedad también, ya que incorporaremos un día para música brasileña, otro de rock nacional y muchos más del recuerdo”, apuntó Quiroz. “Con la gente que se suma en las redes nos ponemos a charlar en vivo, de todo un poco, de diversas épocas: es un ida y vuelta. Es un vivo diferente, salvo el sábado que es pachanga, pachanga, pero los otros días son más de un ida y vuelta, más de radio que de pasar sólo música”, comparó. 

  

Los discos, las joyas 

El vinilo es un formato que reinó hasta los 90 y marcó a muchas generaciones que aún hoy sostienen que es el mejor en cuanto a fidelidad de sonido. La colección de Horacio Quiroz suma más de mil discos. “Tengo varios que son joyas para mí”, describió el DJ sin arriesgar nombres. “Ahora estoy comprando maxis de los 80 o 90 que en su momento no los pude tener o bien eran muy difíciles de conseguir”, apuntó.

“Antes, conseguir música costaba mucho. Una vez por semana, cuando tenía 13 o 14 años, viajaba a Asunción del Paraguay a comprar a Record World, así se llamaba la disquería. A la semana siguiente iba  a Uruguayana, a la siguiente a Encarnación... Así era como conseguía la música con discos de calidad, porque siempre los importados sonaban mucho mejor que los nacionales. No sé exactamente por qué, pero había mucha diferencia. Hoy, incluso se ve eso”, remarcó.

“Mucha gente me quiso comprar vinilos para decorar un quincho, una casa, etcétera. Si llego a ver un disco colgado en una pared, me muero: ¡es un sacrilegio!”, exclamó. 

En tiempos de dominio de internet y mayor accesibilidad de la música actual y la de décadas anteriores, Horacio habló de los cambios. “La música puede llegar ahora a más gente, eso es lo bueno de la tecnología. Ahora, lo malo, de algún modo, es que la música está muy a mano y todos pueden jugar a ser DJ, pero la verdad es que no todos tienen el criterio para poner música. Esa es la gran diferencia”, indicó en el final de la charla, mientras continúa proyectando nuevas incursiones por las redes para entretener en la cuarentena actual como también en la pospandemia. Sus manos y oídos están listos y no queda otra que subir el volumen para disfrutar y esperanzarse. La música salva, sin dudas.