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/Ellitoral.com.ar/ Ciudad

Remises: algunos choferes ajustan modalidad de trabajo y hacen sólo viajes a pedido

Por la baja demanda, los trabajadores del volante apuestan al contacto por WhatsApp y redes sociales con sus clientes para evitar un gasto desmedido de combustible. Además, aseguran que temen mayores complicaciones económicas en el mediano plazo. 

Desde que comenzó la cuarentena y a pesar de la reactivación de la mayoría de los rubros en las últimas semanas, los remiseros se encuentran preocupados por la baja demanda y las dificultades para cubrir gastos fijos y obtener rentabilidad. Por ello, son muchos los que decidieron modificar su forma de trabajo para optimizar recursos y también evitar riesgos mayores en cuanto a lo sanitario. 

En diálogo con El Litoral, trabajadores del sector comentaron que la cantidad de viajes por día descendió de manera notable, además de venir de un inicio de año que también fue complicado. Ante esta situación, algunos decidieron dejar de salir a la calle y trabajar sólo a través de pedidos puntuales. 

De esta manera, a través de WhatsApp, Facebook y otras redes sociales, los trabajadores comenzaron a ofertar su servicio. Así, publicando sus números de teléfono, reciben pedidos de viajes y pueden trabajar de manera más cómoda y con menos complicaciones. 

Si bien es cierto que los móviles circulan por las calles, algunos trabajadores buscan alternativas para evitar el gasto desmedido de combustible y también achicar el riesgo de un posible contagio teniendo en cuenta la emergencia sanitaria por el coronavirus. 

“A través de mensajes me piden que les lleve a algún lugar, y así estoy trabajando por ahora, igual que otros compañeros”, señaló Rubén, un remisero que se desempeña en la ciudad desde hace varios años. 

Aunque el servicio de los remises siempre estuvo activo, lo cierto es que la paralización de la actividad comercial y administrativa durante varias semanas trajo serias dificultades económicas a los trabajadores del sector, más allá del subsidio de $7.500 que recibieron por parte de la Provincia. 

En tanto, los remiseros aseguran que la demanda, además de mermar, se volvió menos predecible. De esta manera, tienen menos certezas sobre los horarios pico que antes de la cuarentena estaban medianamente definidos, y les servían para armar un esquema de trabajo diario que optimizara el tiempo y los insumos. 

La renovación de los móviles sigue siendo una de las mayores preocupaciones, aunque temen también que caiga la calidad del servicio en el mediano plazo, justamente, por las complicaciones económicas que se encuentra atravesando el sector. 

(DS)

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