A pulmón y a pura fe, vecinos construyen una capilla a la Virgen de Guadalupe

“Tenemos una capillita que ya tiene 35 años”, detalló Cristian Bernachea a El Litoral. 

Él es parte de la comunidad católica del barrio San Antonio e integra el grupo de Acción Católica de la capilla Nuestra Señora de Guadalupe.

“Todo se hace con el esfuerzo del barrio y de la comunidad religiosa, que va colaborando a medida que pasa el tiempo”. La obra avanza cada fin de semana y de acuerdo con el ingreso que recibe el proyecto desde las familias del barrio. El sábado pasado hicieron arroz con pollo para recaudar más fondos destinados a la construcción del templo.

El párroco de la capilla es Martín Manevy, quien forma parte de esta comunidad religiosa hace más de dos años, desde febrero de 2017, cuando tomó posesión como sacerdote de la parroquia de San Roque. Bernachea lo describió como “el gran impulsor de esta nueva etapa”.

Actualmente realizan misas con la presencia de 20 personas en la pequeña capilla, cuidando los protocolos de bioseguridad y el distanciamiento social. También transmiten en su página de Facebook para el resto de los fieles.

Los sábados funciona allí un merendero que surgió desde la catequesis, destinado para los chicos del barrio, y que se “profundizó en este tiempo particular”, según contó Bernachea a El Litoral.

Para sustentar la obra en construcción y pagar a los trabajadores, en la capilla disponen un número de CBU donde aceptan depósitos bancarios. “Queremos hacer de conocimiento público esta obra para los que se quieran acercar y para los que quieran sumarse también”, concluyó Bernachea.  

(IB)