En vista del desarrollo urbanístico planificado para las próximas décadas para el sur de la ciudad, la Municipalidad de la ciudad de Corrientes tiene proyectada la protección de los bosques autóctonos ubicados en la zona de Santa Catalina, más precisamente en las 97 hectáreas comprendidas entre el arroyo Pirayuí y el Riachuelo. La Comuna apunta a definir, junto con especialistas en la materia, los espacios para la reserva natural que serán destinados al desarrollo de actividades turísticas y aquellos que no tendrán ninguna modificación.
La Municipalidad tiene proyectado abarcar unos 50 mil ejemplares de árboles autóctonos que se distribuyen en las 97 hectáreas de la reserva natural Santa Catalina, a la vez que plantará 20 mil árboles más con el objetivo de restaurar el bosque lugareño tras la ejecución de actividades de depredación. En diálogo con Continental Corrientes, el subsecretario de Planificación Ambiental municipal, Alejandro Cristiá, señaló que en los terrenos de Santa Catalina “se avanzará con un trabajo profesional con especialistas en la recuperación de bosques nativos para definir qué sector de la reserva se destinará al público para actividades turísticas y cuales estarán restringidos al público para la conservación”.
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